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ANDAR CON EL SEÑOR | LECCIÓN 4 MIÉRCOLES 24 DE JULIO

julio 29, 2019

ANDAR CON EL SEÑOR | LECCIÓN 4 MIÉRCOLES 24 DE JULIO

Al acercarnos al final del libro de Salmos, las exclamaciones de alabanza parecen ir in crescendo. Los últimos cinco salmos comienzan con un mandato sencillo y directo: “Alabad a Jehová”; sin embargo, el primero de ellos, el Salmo 146, hace un énfasis especial, como la razón principal de esa alabanza,en la preocupación de Dios por los pobres y los oprimidos.
Lee el Salmo 146. ¿Cuál es el mensaje para nosotros? ¿Qué nos dice Dios,especialmente, en los versículos 5 al 9?

Tan ciertamente como Dios es el Creador de este mundo (ver Sal. 146:6), este salmo describe el trabajo continuo de Dios en el mundo como Juez,Proveedor, Libertador, Sanador, Ayudador y Defensor: todo esto enfocado en personas que necesitan específicamente este tipo de ayuda. Es una visión inspiradora de lo que Dios hace, y busca hacer, en nuestra vida, en nuestra
comunidad y en nuestro mundo.
A veces, pensamos que cuidar de los necesitados es algo que debemos hacer porque Dios lo dijo. Pero el Salmo 146 afirma que esto es algo que Dios ya hace, y se nos invita a unirnos a él. Cuando trabajamos contra la pobreza,la opresión y la enfermedad, en realidad estamos trabajando con Dios y para sus propósitos. ¿Qué mayor privilegio puede haber que asociarnos con Dios a fin de lograr algo tan inspirador como lo que declara el Salmo 146?
Además, también hay beneficios para nosotros. Los cristianos, a menudo, hablan sobre su búsqueda de Dios y su deseo de tener una relación más íntima con él. Sin embargo, hay pasajes como el Salmo 146:7 al 9, y muchos otros en toda la Biblia, que nos indican que una forma de encontrarnos con Dios es unirnos a lo que él hace. Por ende, si él trabaja para animar a
los pobres, los enfermos y los oprimidos, como dice el Salmo 146, nosotros también deberíamos trabajar con él. “Cristo vino a esta Tierra para andar y obrar entre los pobres y sufrientes. Ellos recibieron su atención en mayor medida. Y hoy, en la persona de sus hijos, él visita a los pobres y menesterosos, disipando la desgracia y aliviando el sufrimiento.“Suprímase el sufrimiento y la necesidad, y no tendríamos modo de comprender la misericordia y el amor de Dios, ni una forma de conocer al Padre celestial, lleno de compasión y simpatía. Nunca ostenta el evangelio
un aspecto más hermoso que cuando se lo predica en las regiones más necesitadas y destituidas” (TI 7:215).
En tu experiencia, ¿de qué modo logramos tener una relación más íntima con Dios al servir a los demás?

Reavivados por su Palabra:Hoy,2 Samuel 18-Durante esta semana ,HAP,caps.45,46.