CONVERTÍOS HIJOS REBELDES | Domingo 7 de octubre Lección 02
La historia del pueblo de Israel está llena de desobediencia y anarquía, seguidas de una vuelta a Dios y de obediencia, que a su vez son seguidas de más desobediencia y conflictos. Este patrón se repite una y otra vez. Cada vez que el pueblo siguió conscientemente la voluntad de Dios, fue bendecido con paz y vida. Cada vez que desobedecía y seguía sus propios caminos, su vida se volvía miserable, llena de guerras y conflictos. Incluso antes de que Israel entrara en la Tierra Prometida, Dios había predicho este patrón y ofreció la solución para evitar consecuencias nefastas para su existencia.
Lee Deuteronomio 28:1 al 14. ¿Qué bendiciones recibiría Israel si el pueblo era obediente a la voluntad de Dios?
Lee Jeremías 3:14 al 18. ¿Qué aprendemos del llamado de Dios a Israel para que se arrepienta y vuelva a él? ¿Qué nos dice sobre el amor y la paciencia de Dios para con su pueblo?
Lo sorprendente del libro de Jeremías es cuán amante, misericordioso y generoso es Dios con su pueblo a pesar de su rebelión, división e idolatría.
Dios constantemente invita a su pueblo a regresar a él y a arrepentirse de sus rebeliones. Vez tras vez Dios prometió restauración y esperanza para el futuro.
“Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo. Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová” (Jer.3:12, 13).
Las palabras de Jeremías fueron pronunciadas en un momento de abandono general de la Palabra de Dios. Aunque se iniciaron algunas reformas en la época del rey Josías, la mayoría no sintió ningún impulso espiritual de continuar en fiel obediencia a Dios. Los pecados, la idolatría y el egocentrismo estaban causando la ruina espiritual y política. Cuanto más se resistían a hacer la voluntad de Dios, más terribles eran sus perspectivas a futuro. Sin embargo, Dios les suplicó a través de Jeremías. Tenía en mente un mejor futuro para ellos, y anhelaba devolverles la prosperidad, la unidad y la salud. Pero esto solo se podría dar si ellos vivían por fe y todo lo que
implica la fe verdadera.
¿Qué marcó la diferencia entre la obediencia y la desobediencia en tu vida?
Reavivados por su palabra: Hoy, Apocalipsis 17 – Durante esta semana, DTG cap, 72.