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EL 脕NGEL CON EL LIBRITO ABIERTO | Lecci贸n 7 Martes 12 de febrero

febrero 13, 2019

EL ÁNGEL CON EL LIBRITO ABIERTO | Lección 7 Martes 12 de febrero

La sexta trompeta nos lleva al tiempo del fin. Antes de que suene la séptima trompeta, se inserta un interludio que explica la tarea y la experiencia del pueblo de Dios en el tiempo del fin.

Lee Apocalipsis 10:1 al 4. ¿Qué sucede aquí?

“El ángel poderoso que instruyó a Juan era nada menos que Cristo” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 7:982). Pone sus pies sobre el mar y la tierra, lo que implica que su gobierno es universal y que lo que está a punto de proclamar tiene importancia mundial. Grita con el rugido de un león, que simboliza la voz de Dios (ver Ose. 11:10; Apoc. 5:5). A Juan no se le permite escribir lo que han dicho los truenos. Hay cosas concernientes al futuro que Dios no nos ha revelado a través de Juan.

Lee Apocalipsis 10:5 al 7. Compara este pasaje con Daniel 12:6 y 7. ¿Qué palabras tienen en común?

Cuando el Ángel declara que “el tiempo no sería más” (Apoc. 10:6), la palabra griega chronos muestra que se refiere a un período de tiempo. Esto apunta a Daniel 12:6 y 7, donde se nos dice que la persecución de los santos por parte del Papado durará tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, o 1.260 años (cf. Daniel 7:25). Dado que en Daniel y en Apocalipsis un “día” profético
simboliza un año (Núm. 14:34; Eze. 4:6), 360 “días” equivalen a 360 años, y tres tiempos y medio (o 3 ½ “años”) equivalen a 1.260 “días” o años (538-1798 d.C.). En algún momento después de este período profético, vendrá el fin.
La declaración de que el tiempo no sería más se refiere a las profecías de tiempo de Daniel, especialmente a los 2.300 días proféticos de Daniel 8:14 (457 a.C.-1844 d.C.). Después de este período, ya no habrá períodos de tiempo proféticos. Elena de White declara: “Este tiempo, el que el ángel declara con un solemne juramento, no es el fin de la historia […] sino del tiempo profético
que precederá al advenimiento de nuestro Señor; es decir, la gente no tendrá otro mensaje acerca de un tiempo definido. Después de este lapso, que ahora abarca desde 1842 hasta 1844, no puede haber ningún cómputo definido de tiempo profético. El cálculo más prolongado llega hasta el otoño de 1844” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 7:982).

Según esta cita de Elena de White, ¿por qué debemos evitar computar todo tipo de
fechas futuras?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Números 6 – Durante esta semana, HAP cap. 9, 10.