EL DIOS QUE SIGUE ESTANDO CON NOSOTROS | Miércoles 4 de octubre Lección 1
La vida y el ministerio de Jesús fueron la revelación suprema de Dios. En unos tres años, Dios pudo revelar más sobre quién era él y en qué consistía su misión que en todo lo que había hecho mediante los demás métodos en las generaciones anteriores. Cristo era la perfecta “imagen del Dios invisible”, aquel en quien “habitase toda su plenitud […] haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Col. 1:15, 19, 20). En Cristo, la naturaleza misionera de Dios se dio a
conocer por completo. Jesús mismo reveló su misión al decir: “El Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10).
Lee Juan 3:16 y reflexiona detenidamente sobre el mensaje. ¿Cómo ves que interactúan aquí el amor y la misión de Dios?
Más adelante en su ministerio, cuando Jesús se acercaba a su última semana de vida, el destino final de la humanidad estaba en juego. Los acontecimientos que tuvieron lugar durante esos días conectaron la expectativa del pasado con la esperanza del futuro. Durante la celebración de la Pascua (que señalaba la liberación de la opresión en Egipto), Jesucristo, el Dios encarnado, entregó su vida para librarnos de la esclavitud del pecado. El apóstol Pablo escribió: “Al que
no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios en él” (2 Cor. 5:21).
Lee Mateo 28:18 al 20. ¿Cuál es la promesa que podemos encontrar en la Gran Comisión? ¿Qué seguridad nos da al comprometernos con la misión de Dios?
La muerte de Cristo fue parte del proceso de reconciliación, no su fin. Mediante su resurrección, Jesús venció la muerte y recibió “toda autoridad […] en el cielo y en la tierra” (Mat. 28:18). En vista de esta realidad, encomendó a todos sus seguidores que hicieran discípulos en todo el mundo, con una promesa asombrosa: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:20).
¿De qué manera experimentaste en tu propia vida el cumplimiento de la promesa de Jesús de estar “con ustedes todos los días” cuando te dedicas a la misión?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Proverbios 1.