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EL MENSAJE DEL PRIMER ÁNGEL PRIMERA PARTE | Lección 10 Lunes 4 de marzo

marzo 5, 2019

EL MENSAJE DEL PRIMER ÁNGEL PRIMERA PARTE | Lección 10 Lunes 4 de marzo

Lee Apocalipsis 14:7; y Eclesiastés 12:13 y 14. ¿Qué significa “temer a Dios”? ¿De qué manera el concepto de temer a Dios se relaciona con el evangelio y qué tiene que ver el evangelio con guardar los mandamientos de Dios (ver Rom. 7:7-13)? ¿Qué relación hay entre temer a Dios y glorificarlo?

El llamado a temer a Dios y darle gloria (Apoc. 14:7) se proclama en el contexto del “evangelio eterno”. Tomar conciencia de lo que Cristo ha hecho por nuestra salvación da lugar a nuestra respuesta positiva.
En la Biblia, temer a Dios y darle gloria están estrechamente relacionados (Sal. 22:23; Apoc. 15:4). Juntos señalan una relación correcta con Dios (Job 1:8) y obediencia a él.
Temer a Dios no significa tenerle miedo, sino tomarlo en serio y permitir su presencia en nuestra vida. El pueblo de Dios del tiempo del fin es el que teme a Dios (ver Apoc. 11:18; 19:5). Dios desea que su pueblo lo ame (Deut. 11:13; Mat 22:37), le sea obediente (Deut. 5:29; Ecl. 12:13) y refleje su carácter
(Gén. 22:12).
Es importante que el pueblo de Dios le dé gloria porque “la hora de su juicio ha llegado” (Apoc. 14:7). El juicio en cuestión aquí es el Juicio Investigador preadvenimiento, que tiene lugar antes de la Segunda Venida. El propósito de este juicio es revelar si servimos realmente a Dios o no, una decisión que se manifiesta a través de nuestras obras (ver 2 Cor. 5:10). Al término de este juicio, se decide el destino de cada persona (Apoc. 22:11) y Jesús vendrá a traer su recompensa a cada persona según sus obras (Apoc. 22:12).
El Juicio de Apocalipsis 14 es una parte del evangelio. Para quienes tienen una buena relación con Dios, el Juicio es una buena noticia: significa vindicación, salvación, libertad y vida eterna. No obstante, es una mala noticia para los desobedientes, a menos que se arrepientan, se vuelvan a Dios y acepten
este mensaje de la hora del Juicio en el tiempo del fin. Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan (2 Ped. 3:9).

¿Cómo podrías defenderte en el Juicio? ¿Qué veredicto revelará tu vida? ¿Qué te dice tu respuesta sobre la necesidad del evangelio? ¿Por qué el evangelio está tan estrechamente unido al mensaje del primer ángel?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Numeros 26 – Durante esta semana, HAp cap. 15.