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EL SANTUARIO Y LA LEY | Lección 9 Domingo 26 de mayo

mayo 27, 2024

EL SANTUARIO Y LA LEY | Lección 9 Domingo 26 de mayo

Lee Apocalipsis 11:19; Éxodo 25:16; 31:18; y Apocalipsis 12:17. ¿Qué indican estos versículos que había en el Arca del Pacto en el Lugar Santísimo del Santuario?

El Día de la Expiación era un día de juicio. A todo Israel se le ordenaba participar de este acontecimiento mediante el arrepentimiento, el examen de conciencia y la abstención de todo trabajo (ver Lev. 23:29-31). Solo ese día el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo para hacer expiación por el pecado. Allí, en el compartimento más íntimo del Santuario, estaba el Arca del Pacto. Dentro del Arca estaba la ley de los Diez Mandamientos de Dios, escrita en tablas de piedra. La cubierta de oro del Arca se denominaba Propiciatorio, donde se rociaba la sangre para purificar el Santuario del pecado. La presencia de Dios se manifestaba en la gloria de la Shekiná sobre el Propiciatorio. Cada sacrificio ofrecido revelaba la misericordia de Dios hacia los seres humanos pecadores, pero el Día de la Expiación muestra que el pecado se recuerda hasta el día del Juicio (Heb. 10:3) y que realmente solo podía ser eliminado mediante la fe en la sangre de Cristo para limpiar el pecado (1 Ped. 1:18, 19). Allí, en la presencia de Dios, la misericordia y la justicia se combinan maravillosamente.
Al mirar hacia el Santuario celestial, el apóstol Juan vio “el templo de Dios […] abierto” y el “arca de su pacto” revelada (Apoc. 11:19, RVR). El conflicto de los
siglos añade este comentario: “En el Lugar Santísimo, en el Santuario celestial, la Ley divina se encuentra sagradamente guardada; es la Ley que fue promulgada
por Dios mismo entre los truenos del Sinaí y escrita con su propio dedo sobre las tablas de piedra. La Ley de Dios en el Santuario celestial es el gran original, del que los preceptos grabados en las tablas de piedra y registrados por Moisés en el Pentateuco eran una copia exacta. Los que llegaron a entender este punto importante fueron inducidos a ver el carácter sagrado e invariable de la Ley divina” (pp. 486, 487). Cuando los primeros creyentes adventistas estudiaron las enseñanzas bíblicas sobre el Santuario, comprendieron la importancia de la Ley de Dios y del sábado en su centro. Razonaron que, si la Ley de Dios estaba representada en el Arca del Pacto en el Santuario celestial, indudablemente no podría haber sido eliminada en la Cruz.

Piensa en el sábado, que velozmente llega a nosotros cada semana, y sin excepción. ¿Qué debería decirnos eso sobre la importancia de la doctrina de la Creación? ¿Qué otra doctrina tiene un recordatorio tan poderoso y recurrente?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Oseas 02.