LA APERTURA DEL SEXTO SELLO | Lección 5 Jueves 31 de enero
En el quinto sello, vemos que el pueblo de Dios sufre injusticias en un mundo hostil y clama por la intervención de Dios en su favor. Ha llegado el momento de que Dios intervenga en respuesta a las oraciones de su pueblo.
Lee Apocalipsis 6:12 al 14; Mateo 24:29 y 30; y 2 Tesalonicenses 1:7 al 10. ¿Qué se revela aquí?
Las últimas tres señales del sexto sello fueron predichas por Jesús en Mateo 24:29 y 30. Tendrían lugar cerca del fin de la “gran tribulación” (Apoc. 7:14), en 1798, como precursoras de la Segunda Venida. Al igual que en la profecía de Cristo de Mateo 24, el Sol, la Luna, las “estrellas” (meteoritos) y el cielo son literales aquí. El uso de la palabra como señala una imagen de
una cosa o suceso real: el Sol se puso negro como tela de cilicio, la Luna se volvió como sangre y las estrellas del cielo cayeron sobre la Tierra como la higuera deja caer sus higos. Muchos cristianos del mundo occidental reconocieron el cumplimiento de las palabras de Jesús en el orden de cada una de estas señales: el terremoto de Lisboa, de 1755; el Día Oscuro, del 19 de mayo
de 1780, que tuvo lugar al este de Nueva York y al sur de Nueva Inglaterra; y la espectacular lluvia de meteoritos sobre el Océano Atlántico, el 13 de noviembre de 1833. El cumplimiento de esta profecía llevó a una serie de reavivamientos y a la comprensión de que la venida de Cristo estaba cerca. Lee Apocalipsis 6:15 al 17. Lee, además, Isaías 2:19; Oseas 10:8; y Lucas
23:30. Las escenas retratan a personas de toda condición en un ataque de pánico, tratando de esconderse del terror de la agitación en la venida de Cristo. Les piden a las piedras y las montañas que las cubran para protegerlas del “rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del
Cordero” (Apoc. 6:16). Llegó la hora de administrar justicia, cuando Cristo venga “para ser glorificado en sus santos” (2 Tes. 1:10). El fin de los impíos se describe en Apocalipsis 19:17 al 21.
La escena concluye con la pregunta retórica de los impíos aterrorizados: “El gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Apoc. 6:17; ver, además, Nah. 1:6; Mal. 3:2). La respuesta a esa pregunta se da en Apocalipsis 7:4: quien podrá estar de pie en aquel día es el pueblo de Dios que esté sellado.
“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?” (Mal. 3:2). ¿Cómo responderías esa pregunta y qué razones bíblicas puedes dar para esa respuesta? Lleva tus respuestas a la clase del sábado.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Levítico 21– Durante esta semana, HAP cap. 6.