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LA CENA DE BODAS DEL CORDERO | Lecci贸n 13 Domingo 24 de marzo

marzo 24, 2019

LA CENA DE BODAS DEL CORDERO | Lección 13 Domingo 24 de marzo

Lee Apocalipsis 19:6 al 9 y Juan 14:1 al 3. ¿Cuán adecuada es una boda para ilustrar la unión tan esperada entre Cristo y su pueblo?

Hace dos mil años, Cristo dejó su hogar celestial para invitar a sus seguidores a una fiesta de bodas (Mat. 22) que tendrá lugar después del matrimonio con su esposa. “La ciudad santa, la nueva Jerusalén […] se llama ‘la novia, la esposa del Cordero’. […] En Apocalipsis se dice que el pueblo de Dios son los invitados a la cena de las bodas (Apoc. 19:9). Si son los invitados, no
pueden representar también a la novia. […] “En la parábola de Mateo 22 se emplea la misma figura de las bodas, y se ve a las claras que el Juicio Investigador se realiza antes de las bodas. Antes
de verificarse estas entra el Rey para ver a los huéspedes y cerciorarse de que todos llevan la vestimenta de bodas, el manto inmaculado del carácter, lavado y emblanquecido en la sangre del Cordero (Mat. 22:11; Apoc. 7:14)” (CS 423). Después de pagar la dote con su vida, en el Calvario, el Novio regresó a la casa de su Padre a fin de “preparar lugar” para su pueblo, los invitados a
su boda (ver Juan 14:2, 3). Ellos se quedan en la Tierra preparándose para su regreso. En el fin del mundo, él regresará y los llevará a la casa de su Padre.
Apocalipsis 19:8 declara que Cristo le dio la ropa de lino fino y limpio a la esposa. Esto muestra que los invitados a la boda que entran en la ciudad no reclaman ningún mérito por sus obras. Por ende, el “lino fino, limpio y resplandeciente” representa “las acciones justas de los santos”, actos que
surgieron como resultado de su unión con Cristo, que vive en ellos. Por consiguiente, estas túnicas simbolizan la justicia de Cristo y el hecho de que su pueblo guarde “los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12).
Mientras estuvo en la Tierra, Jesús relató una parábola sobre una boda. Sin embargo, uno de los invitados prefirió usar su propia ropa en lugar del vestido de boda provisto por el rey, y fue expulsado de la boda (Mat. 22:1-14).
Apocalipsis 3:18 muestra que la túnica de la justicia y la fe de Cristo y el colirio del Espíritu Santo son la mayor necesidad del pueblo de Dios que vive en el tiempo del fin. Al ofrecerles a los laodicenses que le “compren” a él estos dones, Jesús nos muestra que pide algo a cambio de lo que les ofrece. Renunciamos a la autosuficiencia y a la confianza propia a cambio de una vida de fiel obediencia a Cristo y confiamos en él como nuestra única esperanza de salvación.

No somos salvos por obras, pero ¿qué “acciones justas” haces que definen la vida que
llevas?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Deutoronomio 10 – Durante esta semana, HAp cap. 18.