LA CREACIÓN Y LA CAÍDA | Lección 01 Para el 6 de octubre de 2018
Sábado 29 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Génesis 1:26,27; 1 Juan 4:17,8, 16; Génesis 3:16-19; Génesis 11:1-9; Gálatas 3:29; Deuteronomio 7:6-11.
PARA MEMORIZAR:
“Y (Dios) lo llevó fuera (a Abraham), y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia” (Gén.15:5, 6).
La historia del pueblo de Dios comienza con la creación de la humanidad y su trágica caída en el pecado. Cualquier intento de comprender la naturaleza de la unidad de la iglesia debe comenzar con el plan original de Dios en la Creación y luego con la necesidad de restauración después de la caída.
Los primeros capítulos de la Biblia revelan que Dios tenía la intención de que la humanidad fuese una sola familia. Lamentablemente, esta unidad quedó cercenada después de la tragedia del pecado. Recién con el pecado surgieron las raíces de la desunión y la división, otras de las viles consecuencias de la desobediencia. Recibimos un indicio de esta división en la interacción inmediata entre Adán y Eva, cuando Dios se les acercó por primera vez, después de comer del árbol prohibido (ver Gén.3:11). Por lo tanto, entre todas las cosas que logrará el plan de salvación, la restauración de esta unidad original es también un objetivo primordial.
Abraham, el padre del pueblo de Dios, llegó a ser un actor clave en el plan de salvación de Dios. Las Escrituras describen a Abraham como el gran ejemplo de la “justificación por la fe” (ver Rom.4:1-5), la clase de fe que une al pueblo de Dios entre sí y con el Señor mismo. Dios obra a través de las personas para restaurar la unidad y hacer conocer su voluntad a la humanidad.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Apocalipsis 9 – Durante esta semana. DTG caps. 70.71.