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LA DECLARACIÓN DE MISIÓN DE JESÚS | LECCIÓN 7 LUNES 12 DE AGOSTO

agosto 13, 2019

LA DECLARACIÓN DE MISIÓN DE JESÚS | LECCIÓN 7 LUNES 12 DE AGOSTO

No sabemos si era la lectura asignada para el día o si Jesús buscó intencionalmente estos versículos (Isa. 61:1, 2) en el rollo que se le dio para leer, pero no fue coincidencia que esos fueran el texto de su primer sermón público. Tampoco es coincidencia que la historia del breve sermón de Jesús en Lucas 4:16 al 21 inicie el registro de Lucas sobre el ministerio público de Jesús: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Luc. 4:21).
Pareciera que Jesús retomó la melodía del cántico de María de un “reino al revés” y comenzó a ponerlo en práctica en su ministerio. Jesús (y Lucas en su narración) utilizó la profecía de Isaías para explicar lo que él mismo estaba haciendo y haría, pero también era otra forma de expresar lo que María había descrito treinta años antes. El énfasis especial está puesto en los pobres, los que sufren y los oprimidos, que son los destinatarios de las buenas nuevas que Jesús traía.
Jesús adoptó estos versículos de Isaías 61 como su declaración de misión. Su misión y su ministerio debían ser espirituales y prácticos, y él demostraría que lo espiritual y lo práctico no están tan distantes entre sí como a veces suponemos. Para Jesús y sus discípulos, cuidar a la gente en el aspecto físico y práctico era, al menos, una parte de su preocupación por el estado
espiritual.
Compara Lucas 4:16 al 21 con 7:18 al 23. ¿Por qué crees que Jesús respondió de esta manera? ¿De qué forma responderías a preguntas similares sobre la divinidad de Jesús y su condición como Mesías?
Cuando Jesús envió a los discípulos, la comisión que les dio también concordaba con esta misión. Si bien debían anunciar que “el reino de los cielos se ha acercado” (Mat. 10:7), las instrucciones adicionales de Jesús a sus discípulos fueron: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos,
echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mat. 10:8). La misión de los discípulos, que realizaban en nombre de Jesús, era reflejar y promulgar los valores y los principios del ministerio de Jesús y su Reino, al que la gente era invitada. Los discípulos también se unieron a Jesús en su misión de exaltar a los últimos, los más pequeños y los perdidos.
¿Cómo equilibramos esta obra con el mensaje decisivo de predicar el mensaje de los tres ángeles a un mundo perdido? ¿Por qué todo lo que hacemos debe estar relacionado, de una manera u otra, con la proclamación de la “verdad presente”?

Reavivados por su Palabra:Hoy,1 Reyes 13-Durante esta semana,HAP,caps.52,53.