LA DIVISIÓN DE LA NACIÓN HEBREA | Martes 9 de octubre Lección 02
El camino de la apostasía y sus nefastas consecuencias no se dio de la noche a la mañana. Pero las decisiones equivocadas que se acumularon a lo largo de los siglos finalmente llevaron a que el pueblo de Dios afrontara consecuencias terribles.
Lee la historia del rey Roboam en 1 Reyes 12:1 al 16. ¿Qué causó esta terrible división entre el pueblo de Dios?
“Si Roboam y sus inexpertos consejeros hubiesen comprendido la voluntad divina con respecto a Israel, habrían escuchado el pedido del pueblo de realizar reformas decididas en la administración del Gobierno. Pero en la hora de la oportunidad, durante la asamblea de Siquem, no razonaron de causa a efecto, y así debilitaron para siempre su influencia sobre gran número del pueblo. La resolución que expresaron de perpetuar e intensificar la opresión iniciada durante el reinado de Salomón estaba en conflicto directo con el plan de Dios para Israel, y dio al pueblo amplia ocasión de dudar de
la sinceridad de sus motivos. En esa tentativa imprudente y cruel de ejercer el poder, el rey y sus consejeros escogidos revelaron el orgullo que sentían por el puesto y la autoridad” (PR 66).
¿Qué dicen las siguientes declaraciones sobre la necesidad de sabiduría para tomar las decisiones correctas? ¿Dónde está la fuente de la sabiduría?
Prov. 4:1-9
Prov. 9:10
Sant. 1:5
La historia de Roboam y su decisión temeraria e imprudente de imponer más trabajos forzados a su pueblo es un triste acontecimiento en la vida del reino de Israel. El rey buscó consejo de dos grupos de asesores, pero su decisión final de seguir el consejo de los jóvenes de su edad, con menos experiencia, provocó una catástrofe en el reino que su padre Salomón y su abuelo David habían construido durante los ochenta años anteriores.
Fue desatinado el consejo de que el rey debía intimidar a la multitud declarando que era más severo que su padre. Los jóvenes asesores creían que simpatizar con las demandas del pueblo a favor de un trabajo menos riguroso no era el estilo de liderazgo que el rey debía adoptar. Al contrario, decían que debía mostrarse despiadado y cruel. Finalmente, demostró ser un matón que no merecía la lealtad de su pueblo. Por lo tanto, se produjo una división que nunca debió haber existido, ya que no era el plan de Dios.
Reavivados por su palabra: Hoy, Apocalipsis 19 – Durante esta semana, DTG cap. 72.