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LAS ACTIVIDADES DE LA BESTIA QUE SUBE DEL MAR | Lunes 25 de febrero Lecci贸n 9

febrero 24, 2019

LAS ACTIVIDADES DE LA BESTIA QUE SUBE DEL MAR | Lunes 25 de febrero Lección 9

Apocalipsis 13:5 especifica un período de persecución, como vimos en el estudio de ayer. Los 42 meses de las actividades de la bestia son el mismo período que los 1.260 días/años de la persecución de la mujer/iglesia de Apocalipsis 12:6 y 14. (Un día profético simboliza un año [Núm. 14:34; Eze. 4:6]. Ver el estudio del martes en la Lección 7.) El año 538 d.C. marca debidamente el
comienzo de este período profético, cuando la Iglesia Romana, con el Papa como cabeza, se estableció como un poder religioso-político que dominó el mundo occidental durante la época medieval. Los acontecimientos de la Revolución Francesa infligieron a la bestia la herida mortal en el año 1798, llevando así a un fin temporal el dominio opresor de la iglesia y la religión
instituida por el Estado.

Compara Apocalipsis 13:5 al 8 con Daniel 7:24 y 25; y 2 Tesalonicenses 2:2 al 12. ¿De qué manera las actividades de la bestia que surge del mar reflejan las descripciones del cuerno pequeño y del hombre de pecado?

Las actividades de la bestia que sube del mar durante los 1.260 días/años proféticos se expresan en términos de blasfemias. En el Nuevo Testamento, la blasfemia puede denotar una pretensión de igualdad con Dios (Juan 10:33; Mat. 26:63-65) y la acción de usurpar su autoridad (Mar. 2:7). Las blasfemias de la bestia que surge del mar están dirigidas “contra Dios, para blasfemar
de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo” (Apoc. 13:6).
La morada de Dios es el Santuario celestial, donde Cristo ministra en favor de nuestra salvación. La bestia que sube del mar niega la obra mediadora de Cristo al intentar reemplazarla por un sacerdocio humano que pretende impartir salvación y el perdón de los pecados. Arrogarse esos poderes que solo le pertenecen a Dios es la esencia de la blasfemia.
Apocalipsis 13 señala un tiempo de gran apostasía en el cristianismo que se cumplió cuando el catolicismo romano reclamó la posición y las prerrogativas de Dios con el Papa como su cabeza. Los que rechazaron someterse a Roma sufrieron persecución y martirio. Aunque en la actualidad estas
declaraciones se consideran duras e incluso intolerantes, el presente no puede borrar la historia, por más que ese sea el deseo de muchos.

¿Cómo podemos permanecer fieles a la profecía en relación con la historia de la iglesia
y, al mismo tiempo, ser amables y prudentes al presentar estas verdades a los demás?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Numeros 19 – Durante esta semana, HAp cap. 13,14.