Saltar al contenido

MÁS DESUNIÓN Y SEPARACIÓN | Lección 01 Martes 2 octubre

octubre 2, 2018

MÁS DESUNIÓN Y SEPARACIÓN | Lección 01 Martes 2 octubre

Lee Génesis 11:1 al 9. ¿Qué ocurrió aquí que agrava el problema de la separación y la desunión?

Los siguientes hechos que narra la Biblia después del Diluvio son la construcción de la Torre de Babel, la confusión de las lenguas y la dispersión de la gente, que hasta ese momento hablaba un solo idioma. Tal vez, atraídos por la belleza de la tierra entre los ríos Éufrates y Tigris, y la fertilidad del suelo, algunos de los descendientes de Noé decidieron construir una ciudad y una estructura de torres altas en la tierra de Sinar, hoy Irak meridional (Gén. 11:2).
La arqueología ha demostrado que la Mesopotamia fue una región densamente poblada desde los tiempos históricos más antiguos. Entre estos pueblos estuvieron los sumerios, a quienes se les atribuye haber inventado el arte de escribir en tabletas de arcilla. Edificaron casas bien construidas, y fueron maestros en la producción de joyas, herramientas y utensilios para el hogar. Las excavaciones también han descubierto muchos templos en forma de torre dedicados a la adoración de varias deidades.
Los descendientes de Noé que se establecieron en la tierra de Sinar pronto olvidaron al Dios de Noé y sus promesas de que nunca más destruiría el mundo con un diluvio. La construcción de la Torre de Babel fue un monumento a su sabiduría y habilidades superiores. Su deseo de renombre y reputación, de hacerse “un nombre” (Gén. 11:4), fue uno de los motivos de este proyecto de construcción. “De acuerdo con el propósito divino, los hombres debían haber preservado la unidad por medio del vínculo de la religión verdadera.
Cuando la idolatría y el politeísmo rompieron ese vínculo espiritual interno, no solo perdieron la unidad de la religión, sino también el espíritu de hermandad. Un proyecto como el de la torre, que buscaba preservar por un medio externo la unidad interior que se había perdido, estaba condenado al fracaso” (CBA 1:297). La caída de Adán y Eva destrozó la unidad de la raza humana y el plan original de Dios. Provocó confusión en la adoración; la difusión generalizada del mal y la inmoralidad sobre la Tierra; y, en última instancia, la separación de la humanidad en muchas culturas, idiomas y etnias diferentes, que a menudo han estado en conflicto desde entonces.

¿Qué pasos prácticos podemos dar para ayudar a subsanar las divisiones étnicas, culturales y lingüísticas, que nos perjudican incluso dentro de la iglesia?

Reavivados por su palabra: Hoy, Apocalipsis 12 – Durante esta semana, DTG caps. 70, 71.