MILETO | Miércoles 5 de septiembre lección 10
De camino a Jerusalén, Pablo hizo otra parada, esta vez en Mileto, donde tuvo la oportunidad de transmitir su discurso de despedida a los líderes de la iglesia de Éfeso.
Lee Hechos 20:15 al 27. ¿Cuál fue el énfasis de Pablo en la parte introductoria de su discurso?
Como ya había hecho planes para un nuevo viaje, que incluía Roma y (Rom.15:22-29), Pablo creía que nunca más volvería a Asia. Entonces, comenzó su discurso con una especie de rendición de cuentas por los años que paso en Éfeso. Sin embargo, ese informe apuntaba no solo al pasado, es decir la forma en que había vivido entre los efesios, sino también al futuro, ya que temía lo que pudiera ocurrirle en Jerusalén.
El temor de Pablo no era infundado. La iglesia de Jerusalén lo miraba con escepticismo, por no decir con hostilidad, debido a su pasado como perseguidor y por predicar un evangelio sin circuncisión (Hech.21:20-26). Para las autoridades judías, él no era más que un traidor y un apóstata de sus tradiciones religiosas (Hech.23:1, 2). A mediados del siglo I, especialmente a causa del desgobierno romano, Judea también era presa de los ideales revolucionarios y nacionalistas. Esta atmósfera influía en todos los segmentos de la sociedad judía, incluida la iglesia posiblemente, En ese contexto, las actividades de aquel ex fariseo entre los gentiles debieron de haberlo convertido en una notoria (Hech.21:27-36).
Pablo también tenía otras preocupaciones En Hechos 20:28 al 31, se centró en cómo los dirigentes de la iglesia de Éfeso debían manejar el tema de los falsos maestros, a quienes comparan con lobos salvajes que tratarían de extraviar y pervertir el rebaño. Así que en la iglesia misma, e incluso en los primeros días de la iglesia, el peligro de los falsos maestros era real. Como dijo Salomón en otro momento y en otro contexto: Nada hay nuevo debajo del sol (Ecl.1:9). La historia de la iglesia cristiana revela los increíbles daños que los falsos maestros le han ocasionado a la iglesia. El problema también seguirá existiendo hasta el fin (2 Tim.4:3).
Sin duda Pablo tenía muchas cosas en mente, muchas preocupaciones sin embargo, su fidelidad y su diligencia nunca vacilaron.
Lee 2 Corintios 4:8 al 14. ¿Qué dice Pablo aquí que debemos aplicar a nuestra vida, especialmente cuando vienen las pruebas? ¿Dónde pone Pablo su esperanza última?
Reavivados por su Palabra: Hoy. 1 Pedro 1 – Durante esta DTG CAPS 61, 62.