ORGANIZADOS PARA LA MISIÓN | Lección 12 Jueves 20 Diciembre
Como hemos visto durante este trimestre (y no está mal reiterar), como iglesia nos hemos organizado y unido para hacer obra misionera. No somos simplemente un club social de personas a fines que se reúnen para afianzarse mutuamente en lo que creen -aunque esto también puede ser importante-. Nos reunimos para comparar con el mundo la verdad que nosotros mismos hemos llegado a amar.
En Mateo 28:18 al 20, Jesús les dio a sus discípulos las instrucciones finales para su misión en el mundo. Identifica las palabras clave del mandato de Jesús. ¿Qué implican estas palabras para la iglesia actual?
La gran comisión de Jesús a sus discípulos incluye cuatro verbos clave: ir, discipular (hacer discípulos), bautizar y enseñar. De acuerdo con la gramática griega de estos versículos, el verbo principal se encuentra en la expresión “hacer discípulos”, y los otros tres verbos indican cómo se puede hacer esto. Los discípulos se hacen cuando los creyentes van a todas las naciones a predicar el evangelio, a bautizar gente y a enseñarle a guardar lo que dijo Jesús.
A medida que la iglesia responde a esta comisión, el Reino de Dios se expande, y cada vez se une más gente de todas las naciones a las filas de quienes aceptan a Jesús como Salvador. Su obediencia a los mandatos de Jesús de bautizarse y observar sus enseñanzas forma una nueva familia universal.
Los nuevos discípulos también tienen la seguridad de la presencia diaria de Jesús, ya que ellos mismos hacen más discípulos. La presencia de Jesús es una promesa de la presencia de Dios. El Evangelio de Mateo comienza con el anuncio de que el propósito del nacimiento de Jesús se reduce a “Dios con nosotros” (Mat. 123) y termina con la promesa de la presencia continua de Jesús entre nosotros hasta la Segunda Venida.
“Cristo no dijo a sus discípulos que su trabajo sería fácil. Les aseguró que él estaría con ellos; y que si ellos avanzaban con fe estarían bajo el escudo de la omnipotencia. Les ordeñó que fuesen valientes y fuertes; porque Uno más poderoso que los ángeles estaría en sus filas: el General de los ejércitos del cielo. Hizo amplia provisión para la prosecución de su obra, y asumió él mismo la responsabilidad de su éxito. Mientras obedecieran su palabra y trabajasen en comunión con él, no podrían fracasar” (HAP 24).
Medita en el significad de la promesa de la presencia de Jesús con su pueblo hasta la Segunda Venida. ¿Cómo debería afectarnos la realidad de esta promesa al tratar de cumplir con la comisión que nos ha dado Jesús?