PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Lección 10 Viernes 8 de marzo
Lee “El mensaje final de Dios”, en El conflicto de los siglos, pp. 589-597.
Apocalipsis muestra que, al final de la historia, al pueblo de Dios se le encomendó que proclamara al mundo el evangelio del tiempo del fin. La obra que tenemos por delante parece abrumadora, casi imposible. Sin embargo, tenemos la promesa del poder de Dios.
“La gran obra del evangelio no terminará con menor manifestación del poder de Dios que la que señaló su comienzo […].
“El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda del Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y ahora brotará y dará frutos” (CS 596, 597).
La conclusión de la proclamación del mensaje final de Dios dará como resultado una gran separación que divide al mundo en dos bandos: los que aman y obedecen a Dios y los que siguen y obedecen a la bestia. Esta separación se describe en términos de dos cosechas: la recolección del trigo en los depósitos (Apoc. 14:14-16) y las uvas que se pisarán en el lagar (vers. 17-20). Esta separación final es la temática de Apocalipsis 17 y 18.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Medita en este pensamiento: ¿Quién predica el mensaje de los tres ángeles aparte de los Adventistas del Séptimo Día? ¿Qué debería decirnos este hecho sobre la importancia de nuestra obra y con cuánta seriedad deberíamos tomarnos esto?
2. ¿Por qué crees que el Juicio es un concepto impopular entre muchos cristianos? ¿Qué relevancia tiene el concepto del Juicio preadvenimiento para los cristianos actuales? ¿Cómo ayudarías a tus hermanos creyentes a comprender mejor el verdadero significado del Juicio preadvenimiento?
3. Reflexiona en la pregunta del sábado, en el contexto de los acontecimientos finales. ¿Por qué tiene tanto sentido que el día de reposo sabático, que se remonta a la primera semana de la Creación misma (Gén. 2:2, 3), desempeñe un papel tan fundamental? Si la cuestión es a quién adoramos
(si al Creador de “el cielo y la tierra” [Apoc. 14:7] o al poder de la bestia) y si el séptimo día es la señal más antigua, más fundamental e indudable del hecho de que Dios creó “el cielo y la tierra”, entonces, ¿por qué el sábado, como uno de los mandamientos de Dios (Apoc. 14:12), desempeña un papel
tan destacado en la crisis final?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Numeros 30 – Durante esta semana, HAp cap. 15.