PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Lección 4 Viernes 25 de enero
Lee “A mi Padre y a vuestro Padre”, en El Deseado de todas las gentes, pp. 769-775; “El don del Espíritu”, en Los hechos de los apóstoles, pp. 39-46.
El mensaje de Apocalipsis 4 y 5 es especialmente importante para el pueblo de Dios que vive al final de la historia de la Tierra. La venida del Espíritu Santo en Pentecostés marcó el comienzo de la predicación del evangelio a todo el mundo; el mensaje central era acerca de Jesús, quien
había sido exaltado como Sacerdote y Rey a la diestra del Padre. Esta verdad acerca de Jesús era la esencia de la creencia cristiana primitiva (Heb. 8:1) y la piedra angular de su predicación (Hech. 2:32, 33; 5:30, 31). También era su motivación y la fuente de su fe y su coraje ante la persecución y las situaciones difíciles de la vida (Hech. 7:55, 56; Rom. 8:34). Como resultado, muchos
respondieron a su predicación. A partir de entonces, el Reino de Dios se ha estado manifestando a través del ministerio del Espíritu Santo.
Nunca debemos olvidar que solo las buenas nuevas de la salvación en Cristo pueden alcanzar y transformar el corazón humano y llevar a la humanidad a responder al llamado del evangelio eterno de temer a Dios, darle gloria y adorarlo (Apoc. 14:7). La única esperanza está en nuestro Salvador, quien es nuestro Sacerdote y Rey en el Santuario celestial. Él está con su pueblo y siempre estará con él hasta el final (Mat. 28:20). Él tiene el futuro en sus manos.
Por lo tanto, nunca olvidemos que tener presente la esencia del evangelio traerá pleno éxito al predicar el mensaje final a la humanidad perdida y afligida. Ninguna otra cosa que prediquemos es más importante que la Cruz y lo que nos enseña acerca de Dios.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Algún día estaremos en el cielo alabando y adorando al Señor por su bondad, su poder y, especialmente, su gracia. ¿De qué manera podemos practicar la alabanza y la adoración, incluso ahora, para cuando llegue ese gran día? Es decir, ¿cómo podemos adorar y alabar a Dios ahora con corazones agradecidos por todo lo que él ha hecho y hará?
2. Lee Apocalipsis 4:11 y 5:9. ¿En qué roles ves al Padre y al Hijo aquí, y en qué sentido ambos roles son esenciales no solo para el plan de salvación sino también para explicar por qué Dios es tan digno de nuestra adoración?
El sábado (y lo que este enseña) ¿en qué medida es una expresión de estas dos maravillosas verdades sobre nuestro Dios?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Levítico 15 – Durante esta semana, HAP cap. 5.