PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | LECCIÓN 7 VIERNES 9 DE AGOSTO
Lee “Isaías 58: un precepto divino”, en El ministerio de la bondad, pp. 33- 38; y “Ayes sobre los fariseos”, en El Deseado de todas las gentes, pp. 562-573.
“Al insistir en el valor de la piedad práctica, el profeta estaba solamente repitiendo el consejo dado a Israel siglos antes. […] De siglo en siglo estos consejos fueron repetidos por los siervos de Jehová a los que estaban en peligro de caer en hábitos de formalismo, y de olvidarse de practicar la
misericordia” (PR 241).
“He sido instruida para llamar la atención de nuestro pueblo a Isaías
58. Lean este capítulo cuidadosamente y comprendan la clase de obra que llevará vida a las iglesias. La obra del evangelio debe ser llevada por medio de nuestra liberalidad tanto como por nuestras labores. Cuando encuentren almas dolientes que necesitan ayuda, dénsela. Cuando encuentren a quienes están hambrientos, aliméntenlos. Al hacer esto, estarán trabajando así como
trabajó Cristo. La santa obra del Maestro fue un trabajo de misericordia.
Anímese a nuestro pueblo en todas partes a participar en ella” (MB 33).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Alguna vez has pensado que hacer justicia y amar misericordia son actos de adoración? Estas cualidades, ¿cómo podrían cambiar tu enfoque para cuidar a los demás? ¿Cómo podrían cambiar tu forma de adorar?
2. ¿Cómo podemos evitar descuidar “lo más importante de la ley” (Mat. 23:23) en nuestra vida cristiana, en forma individual y como comunidad eclesiástica? ¿Puedes reconocer algunos ejemplos de tu experiencia en los que podrías haber colado el mosquito, pero haberte tragado el camello
(Mat. 23:24)?
3. ¿Por qué se considera que la hipocresía es un pecado tan grande? ¿No es mejor que al menos tratemos de mostrar que estamos obrando bien?
4. La visión y la pasión de Dios por los pobres y necesitados, según lo expresan los profetas, ¿cómo cambian la forma en que ves el mundo? ¿Podrías leer o escuchar tus noticias locales de una manera diferente si vieras y escucharas con los ojos y los oídos de un profeta?
Resumen: Si bien los profetas estaban preocupados por el mal de la nación, se enfocaban especialmente en la maldad cometida por los que reclamaban y adoraban a Dios como propio. Para los profetas y para Jesús, la adoración es incompatible con la injusticia, y una religión así es hipócrita.
La verdadera adoración que Dios desea incluye luchar contra la opresión y
atender a los pobres y necesitados.
Reavivados por su palabra:Hoy,1 Reyes 10 -Durante esta semana,HAP,caps.50,51.