PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 1 de diciembre Lección 9
Lee Elena de White, El ministerio de curación, “Ministerio entre los ricos”, pp. 160-166; y Reflejemos a Jesús, “La muchacha cautiva muestra preocupación por Naamán”, p. 329.
El amor de Jesús es el mismo por los pobres que por los ricos y los poderosos del mundo. Murió tanto por los príncipes como por los indigentes. Jesús conocía la manera más eficaz de llegar al corazón de ellos. Nos advirtió que “es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de Dios” (Mar. 10:25). Esta semana tenemos el desafío de llegar a los poderosos y los ricos con el evangelio de Jesucristo. Ellos necesitan la salvación tanto como los demás; aunque, por desgracia, no se den cuenta de ello debido a la sensación de “seguridad” que creen que les ofrece su riqueza.
“Mucho se ha dicho con respecto a nuestro deber hacia los pobres desatendidos; pero ¿no debe dedicarse alguna atención a los ricos desatendidos? […] Miles de ricos han descendido al sepulcro sin que nadie los previniera. Pero, por muy indiferentes que parezcan, muchos de ellos andan con el alma cargada”
(Elena de White, El ministerio de curación, pp. 160, 161).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Jesús derribó las barreras de casta y de clase al ministrar a ricos y a pobres durante su ministerio terrenal. ¿Cómo abordamos los adventistas esta cuestión de la brecha entre ricos y pobres, tan arraigada en todas nuestras sociedades?
2. Jesús dijo lo siguiente: “El que fue sembrado entre espinos es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto” (Mat. 13:22). ¿Qué crees que quiso decir Jesús con “el engaño de las riquezas”? ¿Por qué no necesariamente tenemos que ser ricos para ser engañados por las riquezas?
3. En clase, repasen la pregunta al final del estudio del martes sobre el hecho de que conocer la verdad no es lo mismo que ser salvo. ¿Por qué esta es una distinción tan importante para nosotros? Si conocer la verdad no es lo único que nos salva, ¿qué es lo que nos salva?
4. ¿Qué otras razones se te ocurren de por qué el joven rico rechazó a Jesús mientras que Zaqueo lo aceptó?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Isaias 07.