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PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 3 de mayo Lecci贸n 5

mayo 2, 2024

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Viernes 3 de mayo Lección 5

“Los fieles siervos de Dios no trabajaban solos. Mientras los principados y las potestades de los espíritus malignos se coaligaron contra ellos, el Señor no desamparó a su pueblo. Si sus ojos hubiesen sido abiertos, habrían visto una tan clara evidencia de la presencia y el auxilio divinos como la concedida a los profetas en la antigüedad. Cuando el siervo de Eliseo mostró a su amo el ejército hostil que los rodeaba sin dejarles escapatoria, el profeta oró: ‘Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea’ (2 Rey. 6:17). Y he aquí el monte estaba lleno de carros y caballos de fuego: el ejército celestial estaba apostado para proteger al varón de Dios. Del mismo modo, había ángeles que cuidaban a quienes trabajaban en la causa de la Reforma” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 221). “Cuando enemigos poderosos se unían para destruir la fe reformada y millares de espadas parecían desenvainarse para combatirla, Lutero escribió: ‘Satanás manifiesta su ira; conspiran pontífices impíos; y nos amenaza la guerra. Exhorten a la gente a que contienda valientemente ante al Trono del Señor, por medio de la fe y la oración, para que nuestros enemigos, vencidos por el Espíritu de Dios, se vean obligados a ser pacíficos. Nuestra más ingente necesidad, la primera cosa que debemos hacer, es orar; hagan saber a la gente que en esta hora ella misma se halla expuesta al filo de la espada y a la ira de Satanás; hagan que oren’ ” (D’Aubigné, lib. 10, cap. 14, citado en El conflicto de los siglos, p. 222). La justificación por la fe, la gran verdad que Lutero redescubrió, es el fundamento del evangelio, la verdad sobre la que descansa nuestra esperanza de salvación. Su himno “Castillo fuerte” enuncia el evangelio en forma poderosa: “Luchar aquí sin el Señor, cuán vano hubiera sido. Mas por nosotros pugnará de Dios el Escogido. ¿Sabéis quién es? Jesús, el que venció en la Cruz; Señor de Sebaoth, omnipotente Dios, él triunfa en la batalla” (Himnario Adventista [Florida: ACES, 2009]), No 400).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. ¿Cómo podemos explicar el equilibrio entre la gracia y la Ley, entre la fe y las buenas obras?

2. ¿Por qué crees que es tan fácil permitir que nuestra mente caiga en el legalismo? ¿Cómo definirías el legalismo? Por qué es tan perjudicial para
nuestra fe cristiana?

3. ¿Existen peligros si no se entiende correctamente el concepto de “salvación por gracia”? ¿A dónde puede conducir ese malentendido?

4. ¿Qué quieren decir algunos cuando utilizan la expresión “gracia barata”? La gracia ¿es barata?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Ezequiel 39.