PERDER LA SALUD | LECCIÓN 9 DOMINGO 26 DE MAYO
Miles de años nos separan del árbol de la vida; y todos lo notamos, especialmente en relación con nuestra salud física .Tarde ; y todos lo notamos,especialmente en relación con nuestra salud física. Tarde o temprano, amenos que perdamos la vida siendo jóvenes por un accidente,todos enfrentamos la dura realidad del deterioro de la salud .
Y, si bien nos resulta ingrato tener problemas de salud ,¿Cuanto mas doloroso es cuando nos toca no solo a nosotros, sino a algún miembro de nuestra familia? ¿Cuantos padres, especialmente al entender a un hijo enfermo,desearon haberse enfermado ellos en lugar del niño?Lamentablemente,no tenemos esa opción.
¿Que tienen en común todos estos relatos ?Marcos 5:22-24,35-43;Mateo 15:22-28;Lucas 4:38,39;Juan 4:46-54.
En cada uno de estos casos, y sin dudad en muchos mas , hay un miembro de la familia que suplica la ayuda de Jesús por otro miembro de su familia.
Obviamente,reconocemos que sufrimos porque vivimos en un mundo caído. Cuando el pecado entro en el mundo, no solo entro la muerte ,sino también el dolor crónico y la enfermedad. cuando nos enfrentamos a una enfermedad crónica o terminal, podemos sentir conmoción ,enojo,desesperación ,e incluso ganas de gritar:”Dios mio,Dios mio,¿Por que me has desamparado?¿Por que estas tan lejos de mi salvación,y de las palabras de mi clamor?”(sal.22:1).Así como lo hizo David,haríamos bien en llevar nuestras preguntas ,nuestro enojo y nuestro dolor a Dios.
En muchos sentidos,la enfermedad y el sufrimiento continuaran siendo un misterio hasta que la muerte finalmente sea derrotada en la venida de Jesús.Al mismo tiempo,podemos recoger verdades importantes de la palabra de Dios.Si bien Job soporto un dolor indescriptible ,experimento una intimidad mas profunda con Dios.Él explica:”De oídas te había oído;mas ahora mis ojos te ven”(job 42:5).Pablo tuvo algún tipo de enfermedad crónica, y su forma de afrontarla nos dice que el sufrimiento puede capacitarnos para consolar a los demás,pues darnos compasión por otros que están sufriendo y permitirnos ministrar con mayor eficacia(2 cor.1;3-5);es decir,si no permitimos que nos supere.
si nosotros alos miembros de la familia padecemos una enfermedad,¿Qué promesas podemos reclamar?¿Por qué, en momentos como este, es tan importante para nosotros la realidad de Jesús, nuestro señor,que sufrió en la cruz?¿Qué nos enseña el en la cruz sobre el amor inefable de Dios ,incluso en medio de una enfermedad en nuestra familia?
Reavivados por su Palabra :Hoy,Jueces 15-Durante esta semana,HAP caps.31,32.