SALVACIÓN EN JESÚS | Domingo 18 de noviembre Lección 08
Aunque como adventistas del séptimo día tenemos mucho en común con otras organizaciones cristianas, nuestro conjunto de creencias forma un sistema único de verdades bíblicas que nadie más en el mundo cristiano está proclamando. Estas verdades nos ayudan a definirnos como el remanente de Dios en el tiempo del fin.
Lee Hechos 4:8 al 12 y 10:43. ¿Qué importancia le asigna Pedro al lugar de Jesucristo en su interpretación del plan de salvación?
El apóstol Pablo les dio a los corintios la buena noticia de “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo” (2 Cor. 5:19). La muerte de Cristo es nuestra reconciliación con el Padre, que une el abismo dejado por
el pecado y la muerte. Durante siglos, los cristianos han reflexionado sobre el significado de la muerte de Jesús, la resurrección y la reconciliación que vino a cumplir. Este proceso de reconciliación se ha denominado expiación, que denota armonía en una relación; y cuando ha habido distanciamiento, esta armonía sería el resultado de la reconciliación. Por lo tanto, la unidad
de la iglesia es un regalo de esta reconciliación.
¿Qué enseñan los siguientes pasajes acerca del significado de la muerte y la resurrección de Jesús?
Rom. 3:24, 25
1 Juan 2:2
1 Juan 4:9, 10
1 Ped. 2:21-24
Aunque compartimos con muchas otras organizaciones cristianas esta creencia en la muerte y la resurrección de Cristo, la proclamamos en el contexto del “evangelio eterno” (Apoc. 14:6), parte del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12. Como adventistas del séptimo día, ponemos énfasis en estos mensajes como ninguna otra organización cristiana.
¿Cómo puedes aprender a tener presente en todo momento la realidad de la muerte y la resurrección de Cristo y la esperanza que ofrece?