TERCER VIAJE MISIONERO | Lección 10 Para el 8 de septiembre de 2018
EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hechos 18:24-28; 19; 20:7-12,15-27; 2 Corintios 4:8-14; Hechos 21:1-15.
PARA MEMORIZAR:
«De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hech.20:24).
El relato de Lucas sobre el tercer viaje de Pablo comienza abruptamente. El texto solamente dice que después de pasar un tiempo en Antioquía, el centro de las misiones de Pablo, el apóstol emprendió otro viaje, pasando sucesivamente por “la región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos” (Hech.18:23). Así que, una sola frase abarca los primeros 2.400 kilómetros del viaje.
Esto se debe a que el objetivo principal del viaje era Éfeso, donde Pablo pasó más tiempo que en ninguna otra ciudad en el transcurso de sus viajes. Desde una perspectiva evangelizadora, el ministerio en Éfeso fue muy fructífero; el impacto de la predicación de Pablo llegó a toda la provincia de Asia (Hech.19:10,26). Probablemente durante esta época se fundaron las iglesias de Colosas, Hierápolis y Laodicea, quizá por medio de Epafras (Col.4:12, 13), uno de los colaboradores de Pablo (Col.1:7; File.23).
Es el último de Pablo que se registra en Hechos. Pablo lo inició como hombre libre. En cambio, el viaje a Roma lo realizó como prisionero.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Santiago 2 — Durante esta semana, DTG caps. 61, 62.