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VER A DIOS | Lunes 1 de septiembre Lección 10

septiembre 3, 2025

VER A DIOS | Lunes 1 de septiembre Lección 10

Lee Éxodo 24:9 al 18. ¿Qué experiencia asombrosa vivieron aquí los hijos de Israel?

Tras el firme restablecimiento del pacto con Dios, Moisés subió nuevamente al Sinaí. No estaba solo al comienzo de su ascenso, sino que tenía la excelente compañía de 73 líderes israelitas. Esa fue la experiencia cumbre para ellos, pues vieron a Dios (teofanía). El texto subraya dos veces el asombroso hecho. También fue único el momento en que los líderes sellaron el pacto con Dios al comer juntos. Era un banquete, y el Dios de Israel fue su anfitrión. Fue un gran honor concedido por Dios a esos líderes.
En el Cercano Oriente, participar de la comida con alguien era, en los tiempos bíblicos, y aún hoy en cierta medida, una experiencia significativa, un gran honor y un privilegio. Ofrecía perdón y formaba un vínculo de amistad. Implicaba estar disponible para la otra persona y permanecer juntos en tiempos de crisis y problemas. Al comer juntos, se prometían sin palabras que, si a uno le ocurría algo, el otro acudiría en su ayuda. Una invitación a comer era algo especial que no se dirigía a cualquier persona.
Por otra parte, rechazar una invitación era uno de los peores insultos. Esta idea nos ayuda a entender los relatos del Nuevo Testamento en los que Jesucristo fue duramente criticado por comer con pecadores (Luc. 5:30). Cuando los creyentes celebran la Cena del Señor, también establecen este estrecho vínculo con otros creyentes que son pecadores como ellos. Durante esta comida, celebramos el perdón y la salvación que tenemos en Jesús (ver Mat. 26:26-30; Mar. 14:22-25;
1 Cor. 11:23-29).
Lamentablemente, algunos de los que habían subido con Moisés cayeron más tarde en pecado y perdieron la vida (ver Lev. 10:1, 2, 9). Aunque tuvieron allí una experiencia tan profunda con Dios, no fueron transformados ni convertidos por ella. La poderosa lección que esto enseña es que la posesión de la verdad y de privilegios sagrados no implica necesariamente conversión. En vista de la privilegiada experiencia que tuvieron en el monte, estos hombres deberían
haber sido los últimos en caer como lo hicieron.

Reflexiona detenidamente en la historia de estos hombres tan privilegiados, que eran incluso hijos de Aarón. ¿Qué advertencia representa esto para nosotros como adventistas, tan privilegiados por la luz que se nos ha confiado?

Reavivados por su Palabra: Hoy,  numeros 21.