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AMAR EN EL MOMENTO ADECUADO | Lección 6 Miércoles 8 de mayo

mayo 9, 2019

AMAR EN EL MOMENTO ADECUADO | Lección 6 Miércoles 8 de mayo

Lee Cantares 4:8 al 5:1.
Cantares 4:16 y 5:1 componen el centro de este libro y describen, por así decirlo, su punto culminante a medida que se consuma el matrimonio entre Salomón y la sulamita.

¿A qué se refiere Salomón en los siguientes pasajes? Cantares 4:12, 16; 5:1; 8:8-10.

En Cantares, encontramos algunas de las pruebas más convincentes de las Escrituras para el plan de Dios de que las personas permanezcan sexualmente castas hasta el matrimonio. Una de las más poderosas es una referencia a la infancia de la sulamita, cuando sus hermanos se preguntaban si ella sería “muro” o “puerta” (Cant. 8:8, 9). En otras palabras, si permanecerá casta hasta el matrimonio (un muro) o si será promiscua (una puerta). De adulta, afirma que ha mantenido su castidad y se presenta pura ante su
esposo: “Yo soy muro” (Cant. 8:10). De hecho, él confirma que ella todavía es virgen hasta su noche de bodas, al decir que ella es “huerto cerrado […] fuente cerrada, fuente sellada” (Cant. 4:12). Sobre la base de su propia experiencia, ella puede aconsejar a sus amigas que den los pasos del amor y del matrimonio con mucho cuidado. Tres veces, en Cantares, la sulamita se dirige a un grupo de mujeres llamadas “doncellas de Jerusalén”, para aconsejarles que no susciten la intensa pasión del amor hasta el momento apropiado (Cant. 2:7; 3:5; 8:4); es decir, hasta que se encuentren a salvo dentro del pacto
íntimo del matrimonio, como ella.
Por segunda vez en el poema, el amado invita a su esposa a que se vaya con él (Cant. 2:10; 4:8). Antes de la boda, ella no podía aceptar su invitación, pero ahora es ella quien lo invita a su jardín (Cant. 4:16), y él acepta de buena gana (Cant. 5:1). Él no solo se siente atraído por su belleza; ella le ha robado
el corazón (Cant. 4:9); él está embriagado con su amor (Cant. 4:10), y se siente eufórico porque ella es suya y de nadie más, ahora y para siempre: “Jardín cerrado eres tú, hermana y novia mía; ¡jardín cerrado, sellado manantial!” (Cant. 4:12, NVI). En su unión con esta mujer perfecta, considera que ha
alcanzando la Tierra Prometida: “Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua” (Cant. 4:11).

¿Cuál es la buena noticia para quienes se lamentan por sus decisiones equivocadas en la expresión de su sexualidad? 1 Juan 1:9; comparar con Salmo 103:12; Isaías 55:7; Juan 8:11.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Josué 21 – Durante esta semana, HAp caps. 26, 27.