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BENDICIONES EN CRISTO | Domingo 21 de octubre Lecci贸n 04

octubre 21, 2018

BENDICIONES EN CRISTO | Domingo 21 de octubre Lección 04

Lee Efesios 1:3 al 14. Según Pablo, ¿qué hemos recibido en Cristo?

Los seguidores de Jesús tienen muchos motivos para alabar a Dios. En Cristo, Dios ha escogido adoptarnos como hijos e hijas y que lo representemos ante el mundo. Pablo usa muchas imágenes para describir nuestra nueva relación con Dios en Cristo. De estas imágenes, el concepto de adopción aborda el tema de la unidad de esta lección. En Cristo, hemos sido adoptados
y pertenecemos a la familia de Dios. Esta imagen familiar también es una referencia al pacto de Dios con los hijos de Israel. En el contexto de las epístolas de Pablo, los gentiles que aceptan a Jesús como el Mesías también son hijos de Dios, herederos de las promesas hechas a Israel (Rom. 8:17; Gál.4:7). El beneficio de esta relación con Cristo, estar en Cristo, es fundamental para toda la unidad cristiana. Este pasaje también nos dice que siempre ha sido el deseo de Dios reunir a toda la humanidad en Cristo. Y, en la familia de Dios, Jesús no establece ningún estatus especial: todos somos hijos de Dios, amados y apreciados por igual.
Algunos se confunden cuando, en este pasaje, se habla de predestinación (Efe. 1:5, 11). La promesa de que Dios nos ha elegido para ser salvos les parece implicar también que Dios ha elegido a algunos para que se pierdan. Pero esa no es la enseñanza bíblica. Al contrario, Dios preparó el plan de salvación antes de la fundación del mundo para que todos puedan ser salvos. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16; ver además 1 Tim. 2:6; 2 Ped. 3:9). Dios sabe de antemano quién aceptará su ofrecimiento de salvación, pero eso no es lo mismo que predeterminar la decisión de cada uno. La salvación se ofrece a toda la humanidad a causa de
lo que Cristo ha hecho por nosotros. La pregunta es: ¿Cómo respondemos a este ofrecimiento? Dios no usa la coacción para salvar a nadie.
“En el concilio del cielo se dispuso que los hombres, aunque transgresores no debían perecer en su desobediencia, sino que por medio de la fe en Cristo como su Sustituto y Fiador pudieran convertirse en los elegidos de Dios, predestinados para la adopción de hijos por Jesucristo y para él, según el puro afecto de su voluntad. Dios desea que todos los hombres sean salvos, pues ha dispuesto un amplio recurso al dar a su Hijo unigénito para pagar el rescate del hombre. Los que perezcan perecerán porque se niegan a ser adoptados como hijos de Dios por medio de Cristo Jesús” (CBA 6:1.114).