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CALMANDO UNA TORMENTA | Lección 5 Domingo 28 de julio

agosto 3, 2024

CALMANDO UNA TORMENTA | Lección 5 Domingo 28 de julio

Lee Marcos 4:35 al 41. ¿Qué ocurre en esta historia y qué lecciones podemos aprender en ella acerca de quién es Jesús?

Al comienzo de Marcos 4, Jesús se sube a un bote para enseñar a la multitud que estaba en la playa. En Marcos 4:10 al 12, parece haber descendido del bote y ahora conversar con los discípulos en privado. Ahora, tras un largo día de instrucción, los discípulos toman consigo a Jesús en el bote “como estaba” (vers.36); es decir, muy cansado. Él se duerme inmediatamente sobre una superficie mullida que estaba tal vez en la popa del barco. Una gran tormenta se desata en el lago, y el bote corre peligro de naufragar cuando los discípulos despiertan a Jesús, quien drásticamente ordena al viento y a las olas que cesen. Una gran calma se apodera del lago. Es comprensible que los discípulos teman profundamente ante semejante manifestación de poder divino.

Lee Salmos 104:1 al 9. ¿Cómo se asemeja la descripción de Jehová aquí con la acción de Cristo de calmar la tormenta?

La historia registrada en Marcos 4:35 al 41 armoniza con un patrón común en la Biblia, el de una “teofanía”; es decir, la aparición de Dios o de uno de sus ángeles. Estos eventos tienen comúnmente cinco características: 1) la demostración de poder divino, 2) temor humano, 3) la exhortación “no temas”, 4) las palabras de la revelación por la que Dios o el ángel aparecieron, 5) la respuesta humana a la revelación. Cuatro de las cinco están presentes en esta historia: la acción de calmar la tormenta es la demostración de poder divino. El miedo de los discípulos es el componente correspondiente al temor humano. La pregunta “¿Por qué están así atemorizados?” es el “no temas”. La pregunta de los discípulos “¿quién es este?” es la respuesta humana. Lo que está faltando aquí son las palabras de revelación. Este detalle faltante juega un papel dentro del tema o motivo teológico revelación/secreto que recorre todo el libro, donde la verdad acerca de Jesús finalmente emergerá. La pregunta de los discípulos “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?” empuja al lector a responder, supliendo la revelación explícita faltante en la fórmula de la teofanía: él es el
Hijo de Dios, el Señor mismo.

Piensa en el poder de Dios. ¿Cómo puedes aprender a apoyarte en ese poder y a confiar en él para todo en tu vida?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Malaquías 2.