DECLAR SU GLORIA ENTRE LAS NACIONES | Miércoles 20 de marzo Lección 12
Lee Salmo 96. ¿Qué múltiples aspectos de la adoración se mencionan en este salmo?
La adoración incluye cantar al Señor (Sal. 96:1, 2), alabar su nombre (Sal. 96:2), proclamar su bondad y su grandeza (Sal. 96:3, 4) y llevar ofrendas al Templo (Sal. 96:8). Además de estos rasgos familiares del culto, Salmo 96 destaca un aspecto no tan obvio del culto: la dimensión evangelizadora de proclamar el Reino del Señor a otros pueblos (Sal. 96:2, 3, 10).
Sin embargo, cantar, alabar, llevar ofrendas y proclamar el evangelio no son acciones independientes, sino diversas expresiones de la adoración. La proclamación de la salvación de Dios a todas las naciones da sustancia a la alabanza y contenido a la adoración. Fíjate que los motivos de la adoración coinciden con el mensaje proclamado a otros pueblos: “Porque grande es el Señor” (Sal. 96:4); “Todos los dioses de los pueblos son ídolos, pero el Señor hizo los cielos” (Sal. 96:5); “¡El Señor reina!” (Sal. 96:10); y “Viene a juzgar la tierra” (Sal. 96:13). Entonces, el objetivo de la evangelización es unir a otros pueblos con el pueblo de Dios y, en última instancia, a toda la Creación en la adoración
al Señor (Sal. 96:11-13).
La adoración es el resultado de reconocer interiormente quién es el Señor; es decir, el Creador, el Rey y el Juez (Sal. 96:5, 10, 13). Por ello, la adoración implica recordar los actos pasados de Dios (la Creación), celebrar sus maravillas presentes (el hecho de que Dios sostiene al mundo en su reinado actual) y anhelar sus actos futuros (el Juicio Final y una vida nueva en Cielos y Tierra nuevos).
El juicio, en los salmos, significa la restauración del orden divino de la paz, la justicia y el bienestar en un mundo actualmente agobiado por la injusticia y el sufrimiento; de allí que toda la Tierra se regocije al esperar los juicios de Dios (Sal. 96:10-13; 98:4-9). Además, el hecho de que el Señor sea un Juez justo debería motivar a la gente a adorarlo en santidad y a “temerlo”, y debería advertirle que no se tome la adoración a la ligera (Sal. 96:9). La adoración implica tanto alegría y confianza inmensas (Sal. 96:1, 2, 11-13) como temor y sobrecogimiento santos
(Sal. 96:4, 9).
El llamado universal de Salmo 96 a adorar al Creador y Juez se refleja en la última proclamación evangélica de Dios para el mundo, el mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6 al 12. En muchos sentidos, este salmo parece incorporar este mensaje del tiempo del fin: creación, salvación (“evangelio eterno”), adoración y juicio. Todo está allí.
Compara este salmo con el mensaje de los tres ángeles (Apoc. 14:6-12). ¿En qué medida enseña las mismas verdades básicas de este mensaje del tiempo del fin que debemos proclamar al mundo?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Jeremías 52.