DEFENDAMOS LA VERDAD | Lección 4 Para el 27 de abril de 2024
Sábado 20 de abril
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Daniel 7:23-25; Apocalipsis 12:6, 14; Judas 1:3, 4; Apocalipsis 2:10; Hechos 5:28–32; Salmo 19:7–11; 1 Juan 5:11–13.
PARA MEMORIZAR:
“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:14, 15).
La ciudad bíblica de Esmirna mencionada en el Apocalipsis aún existe actualmente. Esta antigua ciudad, de unos cien mil habitantes, prosperó a fines del siglo I y en el siglo II. Era una ciudad pujante y extremadamente leal a Roma.
Una vez al año se ordenaba que todos los ciudadanos de Esmirna quemaran incienso a los dioses romanos. Evidentemente, en el siglo II, Esmirna tenía también una próspera comunidad cristiana, y muchos no iban a acatar esa orden. Policarpo, uno de los primeros dirigentes de la iglesia, fue martirizado en la plaza pública de Esmirna, quemado en la hoguera por negarse a traicionar a su Señor quemando incienso a los dioses romanos. Cuando se le exigió por última vez que renegara de Cristo, el anciano respondió: “Ochenta y seis años lo he servido, y no me ha hecho ningún mal. ¿Cómo puedo hablar mal de mi Rey que me salvó?” A lo largo de los siglos, hombres y mujeres han estado dispuestos a sufrir el martirio antes que renunciar a su fe en Cristo. Su sacrificio reaviva nuestro coraje. La historia de su compromiso con Cristo renueva el nuestro. Esta semana examinaremos algunos principios bíblicos que motivaron a los valdenses y a los reformadores posteriores, como Hus y Jerónimo, a permanecer fieles al Señor como fuera, incluso bajo la amenaza de muerte del mismo poder que mató a Policarpo, Roma, pero ahora en su fase papal.
La lección de esta semana se basa en El conflicto de los siglos, capítulos 4 al 6.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Ezequiel 26.