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DIVERSOS DONES: UNIDOS EN SERVICIO | Domingo 2 de agosto Lección 6

agosto 4, 2020

DIVERSOS DONES: UNIDOS EN SERVICIO | Domingo 2 de agosto Lección 6

¿Alguna vez has considerado lo diferentes que eran los discípulos? Sus antecedentes, personalidades, temperamentos y dones eran muy variados. Pero esto no fue una debilidad para la iglesia, fue una fortaleza. Mateo, un recaudador de impuestos, era preciso, exacto y minucioso. En contraste, Pedro a menudo hablaba rápido, y era entusiasta e impulsivo, pero también tenía cualidades naturales de liderazgo. Juan era tierno, pero también franco. Andrés era una persona amable, extremadamente consciente de su entorno y sensible a los demás. Tomás tenía la inclinación natural a cuestionar, y a menudo dudaba. Cada uno de estos discípulos, aunque tenía
diferentes personalidades y dones, fue usado poderosamente por Dios para testificar por él.

Lee 1 Corintios 12:12 y 13, y 18 al 22. ¿Qué descubrimos en estos pasajes acerca de la necesidad de personas de diferentes dones en el cuerpo de Cristo, la iglesia?

Dios se deleita en tomar personas de diferentes orígenes, con diferentes talentos y habilidades, e impartirles regalos para el servicio. El cuerpo de Cristo no es un grupo homogéneo de personas que son todas iguales. No es un club de campo con personas de los mismos orígenes que piensan lo
mismo. Es un movimiento dinámico de personas de diferentes dones, unidas en su amor por Cristo y por las Escrituras, y que están comprometidas a compartir su amor y su verdad con el mundo (Rom. 12:4; 1 Cor. 12:12). Los miembros del cuerpo de Cristo tienen dones diferentes, pero cada uno es valioso; cada uno es crítico para el funcionamiento saludable del cuerpo de Cristo. Así como los ojos, los oídos y la nariz tienen diferentes funciones, pero son necesarios para el cuerpo, todos los dones también son necesarios (1 Cor. 12:21, 22).

Si consideras cuidadosamente el cuerpo humano, incluso las partes más pequeñas tienen un papel crucial. Considera nuestras pestañas. ¿Qué pasaría si no tuviéramos algo tan aparentemente insignificante como las pestañas? Las partículas de polvo nublarían nuestra visión, y las consecuencias resultantes podrían causar daños irreparables. El miembro de la iglesia que parece el más “insignificante” es una parte esencial del cuerpo de Cristo y ha sido dotado por el Espíritu Santo. Cuando dedicamos estos dones totalmente a Dios, cada uno de nosotros puede marcar una diferencia eterna.

No importa cuán talentoso seas, ¿cuáles son las cosas en las que no eres muy bueno pero que otros en la iglesia sí lo son? ¿Cómo debería ayudar esto a mantenerte en el lugar adecuado?

Reavivados por su palabra: Hoy, Eclesiastés 01.