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DOS PEQUEÑAS MONEDAS COMO OFRENDA | Domingo 1° de septiembre Lección 10

septiembre 1, 2024

DOS PEQUEÑAS MONEDAS COMO OFRENDA | Domingo 1° de septiembre Lección 10

Lee Marcos 12:41 al 44. ¿Cuánto dio la viuda y qué dijo Jesús al respecto?

El Templo de Jerusalén era una estructura asombrosamente bella. El monte del Templo dominaba la ciudad, y las masivas piedras de su construcción, algunas de las cuales pesan centenares de toneladas, son una maravilla hasta hoy. La remodelación del Templo y del monte sobre el que se asentaba comenzó bajo Herodes el Grande alrededor del año 20 a.C., pero la construcción y el embellecimiento de la estructura continuaron hasta el año 60 de nuestra era. Muchas personas traían cuantiosas ofrendas para depositarlas en trece canastas ubicadas en el Patio de las Mujeres, cerca del Templo. Jesús estaba sentado allí cuando vio a la viuda aproximarse y dejar dos lepta, el equivalente a 1/32 parte de un denario, la paga diaria usual de un jornalero. Por lo tanto, la ofrenda de esta mujer fue muy pequeña. Jesús, sin embargo, quedó impresionado por su ofrenda. Muchas personas ricas traían grandes sumas, pero él no comentó acerca de sus donativos mientras los depositaban. En cambio, la ofrenda de esta viuda provocó su alabanza. Él declara que ella puso más que todos los demás. ¿Cómo es esto posible? Jesús destaca que ellos dieron de su abundancia, pero ella dio de su pobreza. A ellos les quedaba mucho aún, pero ella entregó todo lo que tenía para su subsistencia.
Esto hace que su ofrenda resulte exorbitante, aun cuando su valor monetario era minúsculo.
Esta historia contiene una profunda lección acerca de la administración de los recursos. Dar para la causa de Dios no es algo que depende de las acciones de los dirigentes para tener validez. La dirigencia del Templo era corrupta, pero Jesús no avaló la retención de ofrendas. Si alguna vez hubo líderes religiosos corruptos (¿Caifás? ¿Anás?), los de ese momento estaban entre los peores. Jesús también lo sabía. Es verdad que los líderes tienen la sagrada responsabilidad de usar los recursos en armonía con la voluntad de Dios, pero aun si no lo hacen, quienes dan para la causa de Dios son de todos modos bendecidos en su dadivosidad, así como lo fue esta mujer. Por otra parte, retener diezmos y ofrendas cuando los líderes cometen faltas significa que la dadivosidad está atada a las acciones de ellos en lugar de ser una expresión de gratitud hacia Dios. Independientemente de cuán tentador sea ese proceder, es erróneo.

¿Qué debería enseñarnos esta historia acerca de la importancia de ser fieles en lo que damos para la causa del Señor?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Marcos 5.