DOS TESTIGOS | Lección 6 Domingo 5 de mayo
Lee Apocalipsis 11:3 al 6. Enumera cinco rasgos identificadores de los dos testigos que encuentres en este pasaje.
En Zacarías 4, el profeta vio dos olivos a ambos lados de un candelabro de oro, la misma imagen que encontramos aquí, en Apocalipsis 11. Se le dice a Zacarías que esto representa a “los dos ungidos que están ante el Señor de toda la tierra” (Zac. 4:14). Los olivos alimentan de aceite el candelabro para que siga alumbrando. Nos recuerda lo que escribió el salmista: “Lámpara es para mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Sal 119:105). El aceite representa al Espíritu Santo (Zac. 4:2, 6). La visión de Juan en Apocalipsis 11 describe la proclamación de la Palabra de Dios con el poder del Espíritu Santo para iluminar el mundo. Estos dos testigos pueden profetizar e impedir que caiga lluvia durante el tiempo que ellos predigan. Pueden convertir el agua en sangre y azotar la Tierra con plagas. Por la palabra de Dios, Elías dijo que no caería lluvia sobre Israel, y en respuesta a su oración no hubo lluvia durante tres años y medio (ver Sant.5:17). Entonces oró a Dios, y volvió a llover después de que los falsos profetas de Baal no lograran acabar con la sequía (1 Rey. 17; 18). Moisés, por medio de la Palabra de Dios, hizo caer plagas de todo tipo sobre los egipcios, incluyendo la de convertir el agua en sangre, porque el faraón se negó a dejar libre al pueblo de Dios (Éxo. 7).
Los que intenten dañar las Escrituras serán consumidos por el fuego que sale de su boca. Dios dice: “Porque hablaron esa palabra, yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá” (Jer. 5:14). La Palabra de Dios pronuncia juicio sobre todos los que la rechazan. Su palabra es como fuego en la boca. En Juan 5:39, Jesús declara que las Escrituras del Antiguo Testamento testifican (dan testimonio) de él. También dice que el evangelio se proclamará “por testimonio” a todo el mundo (Mat. 24:14); y el Nuevo Testamento, junto con el Antiguo Testamento, será la base de ese testimonio. Una palabra de la misma raíz (martys) que las palabras para testigo utilizadas en estos dos versículos aparece en Apocalipsis 11:3.
¿Quiénes son esos dos testigos? En vista de estos aspectos bíblicos y de las características dadas en Apocalipsis 11, podemos concluir (aunque no dogmáticamente) que los dos testigos son las Escrituras del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, que comunican la luz y la verdad de Dios al mundo.
Muchos cristianos de hoy tienden a restar importancia al Antiguo Testamento, a tacharlo de irrelevante e innecesario porque tenemos el Nuevo Testamento. ¿Qué tiene de malo esa actitud?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Ezequiel 41.