EN LA MONTAÑA RUSA CON JESÚS | Lección 5 Martes 30 de julio
Lee Marcos 5:21 al 24. ¿Qué características de Jairo se destacan en particular?
Los dirigentes religiosos como Jairo no eran típicamente amigos de Jesús (ver Mar. 1:22; 3:2, 6; Luc. 13:14). Por lo tanto, todo parece indicar que estaba desesperado. Esta desesperación se hace evidente al postrarse ante Jesús. Su ruego resulta comprensible para cualquier padre; su hija está agonizando. Pero tiene fe en que Jesús puede ayudarlo. Sin pronunciar una sola palabra, Jesús parte con el padre rumbo a su casa.
Lee Marcos 5:25 al 34. ¿Qué interrumpe la marcha hacia la casa de Jairo?
El relato se traslada súbitamente a otra escena que evoca piedad. Una mujer sufre terriblemente a causa de una enfermedad durante doce años. Esta historia acerca de Jairo y de la mujer enferma es el segundo relato sándwich de Marcos (ver Mar. 3:20-35, que fue estudiado en la lección 3). En esta historia, los dos personajes contrastantes, Jairo y la mujer, acuden a Jesús en busca de ayuda. La mujer se acerca a Jesús desde atrás y toca su manto. Inmediatamente
recupera la salud. Pero Jesús se detiene y pregunta: ¿Quién ha tocado mi ropa?” La mujer, que había estado tan enferma, estaba de pronto recuperada. Pero temía que Jesús estuviera disgustado por lo que había ocurrido. Aquello fue un viaje vertiginoso para las emociones de ella. Pero Jesús quería sanar su alma, no solo su cuerpo.
Volviendo a Jairo (ver Mar. 5:35-43), también su experiencia fue un viaje vertiginoso para este principal de la sinagoga. Jesús solo permitió que Pedro, Santiago y Juan lo acompañaran, junto con los padres de la muchacha. Jesús declara entonces que ella no está muerta, sino dormida. Hace salir a todos los plañideros y enlutados, y se dirige a la habitación donde yace la niña muerta.
Tomando su mano, dice: “talita cumi”. Marcos traduce estas palabras: “Niña, a ti te digo, levántate”. La palabra talita significa en realidad “cordero” y pudo haberse tratado de una expresión cariñosa acostumbrada para designar a un niño en el ambiente del hogar. La orden de que nadie lo supiese es parte del patrón teológico revelación/secreto que recorre el Evangelio de Marcos y que apunta a quién es Jesús; algo que, en última instancia, no puede permanecer oculto.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Malaquías 4.