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ESPERANZA EN MEDIO DE LA CONFUSI脫N | Lunes 26 de mayo Lecci贸n 9

mayo 30, 2025

ESPERANZA EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN 

 

Gran parte del lenguaje del libro de los Salmos es simbólico, metafórico, pero cuando se trata del que apunta al restablecimiento definitivo de nuestro planeta, hay pocas razones para creer que es meramente figurado. El Salmo 46 nos recuerda que nuestro planeta se verá profundamente afectado por el regreso de Cristo. Pero no se trata apenas de las rocas y los océanos, sino que el gran clímax de la historia de la Tierra significará el colapso de los reinos mundanos, de los miserables sistemas de gobierno humano que han causado tanto sufrimiento
durante milenios.

Todos estos poderes, así como el mal y el sufrimiento que han provocado ala humanidad, dejarán por fin de existir.

Lee Jeremías 4:23 al 26. ¿Qué nos dice esto acerca del destino de este mundo, al menos hasta que haya “un cielo nuevo y una tierra nueva” (Apoc. 21:1)?

La profecía bíblica revela lo que ocurrirá a este mundo. Por ejemplo, la visión de Daniel 7 muestra un mar tempestuoso del cual surgen naciones. Los vientos de la contienda y la guerra soplan sobre el mar pagano o gentil (la tierra), dando origen a un reino mundano tras otro, ninguno de los cuales puede resolver los
problemas que acosan a la humanidad. Los líderes mundanos en los que nos atrevemos a confiar son casi siempre tan pecadores y egoístas como el resto
de nosotros.

Ninguno de los reinos mostrados a Daniel resultó ser un hogar seguro para el pueblo de Dios, aun cuando algunos fueron mejores que otros. No obstante, sabemos que nuestra ciudadanía se encuentra en el Reino de Dios (Fil. 3:20) y que muy por encima del caos de este planeta hay un Trono inamovible (ver Eze. 1:26). Jesús enseñó que el mundo se sumirá en un desorden cada vez más profundo a medida que nos acerquemos al momento del regreso de Cristo (Mat. 24), pero podemos resistir aferrados a la fe, independientemente de la condición de nuestro planeta, porque sabemos que Dios no ha perdido el control y que cumplirá sus promesas: “Braman las naciones, titubean los reinos; alza él su voz y se derrite la tierra. ¡El Señor Todopoderoso está con nosotros! Nuestro refugio es el Dios de Jacob” (Sal. 46:6, 7). Las cosas no irán bien a corto plazo, pero sí en última instancia gracias a Jesús.

Nuestro mundo parece caótico y fuera de control. Sin embargo, ¿cómo debería ayudarnos la profecía de Daniel 7, por ejemplo, a ver que, en última instancia, todo saldrá bien si permanecemos fieles?

Reavivados por su Palabra: Hoy,  Genesis 40.