LA RAZÓN DE SER DE LAS PARÁBOLAS | Martes 23 de julio Lección 4
Lee Marcos 4:10 al 12. ¿Por qué enseñaba Jesús por medio de parábolas?
Una lectura superficial de estos versículos da la impresión de que Jesús enseñó por medio de parábolas para mantener a oscuras a quienes no formaban parte de su entorno. Pero una perspectiva tal no condice con las acciones de Jesús en el resto del Evangelio de Marcos. En Marcos 3:5 y 6, Jesús se entristece
por la dureza de corazón de los dirigentes religiosos. En Marcos 3:22 al 30, toma seriamente los argumentos de los escribas y explica detalladamente por qué están equivocados. En Marcos 12:1 al 12, los dirigentes religiosos entienden que la parábola de Jesús acerca de los labradores se refiere a ellos. Esta es, en verdad, una advertencia acerca del complot de ellos contra él y de las terribles consecuencias resultantes. Si no hubiera tenido interés en el bienestar de ellos, no les habría advertido. En consecuencia, debe darse a las palabras de Jesús aquí, en Marcos 4, una consideración más profunda a fin de captar a qué se refiere.
Jesús está parafraseando Isaías 6:9 y 10.
Lee Isaías 6: 1 al 13. ¿Qué le ocurre aquí a Isaías y cuál es el mensaje que se le comunica para Israel?
Isaías contempla una visión de Dios en el Templo y queda abrumado por la gloria de Dios y por su propia impureza. Dios lo purifica y le encarga un mensaje estremecedor. Como en el caso del Evangelio de Marcos, eso suena muy fuera de lugar en comparación con el resto de Isaías, donde hay mucho consuelo para
el pueblo de Dios.
En Isaías 6, el mensaje pretende despertar al pueblo a fin de que abandone sus malos caminos. En Marcos, la clave para entender las palabras de Jesús se encuentra en Marcos 3:35: para entender las palabras y las enseñanzas de Jesús, uno debe hacer la voluntad de Dios. Eso es lo que convierte a alguien en parte de la familia de Jesús. Quienes ya han decidido que él está poseído por el diablo no escucharán.
El punto de la cita que Jesús hace de Isaías 6:9 y 10 no es que Dios mantiene alejadas a las personas, sino que las propias ideas preconcebidas de estas y su
dureza de corazón les impiden aceptar la verdad salvadora.
La verdad es la idea dominante en la parábola del sembrador. Cada cual decide qué tipo de suelo será. Todos deciden por sí mismos si se entregarán o no a Jesús. En última instancia, cada uno de nosotros elige.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Zacarías 11.