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LAS LLUVIAS TEMPRANA Y TARDÍA | Miércoles 19 de junio Lección 12

junio 22, 2024

LAS LLUVIAS TEMPRANA Y TARDÍA | Miércoles 19 de junio Lección 12

Lee Joel 2:21 al 24; y Hechos 2:1 al 4 y 41 al 47. ¿Qué predicción se cumplió en el siglo I? ¿Qué impacto tuvo?

El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés estimuló poderosamente a la iglesia cristiana. Tres mil personas se convirtieron en un día. El libro de Hechos registra milagro tras milagro de la gracia transformadora de Dios: “Muchos de los que habían oído la palabra creyeron. Su número llegó a unos cinco mil” (Hech. 4:4). Solo 120 creyentes se reunieron para orar, pero la oración produjo una diferencia espectacular. Rápidamente la iglesia añadió a miles de creyentes; incluso “gran cantidad de sacerdotes obedecía a la fe” (Hech. 6:7).
Cuando los discípulos fueron ferozmente perseguidos en Jerusalén, “iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hech. 8:4). Se erigieron iglesias por toda Judea, Samaria y Galilea (ver Hech. 9:31). Tras su conversión, el apóstol Pablo
proclamó a Cristo por todo el mundo mediterráneo. En Tesalónica, algunos judíos contrarios al evangelio hicieron esta asombrosa declaración: “ ‘Esos que han trastornado el mundo entero han venido también aquí’ ” (Hech. 17:6). Mediante el poder del Espíritu Santo, los discípulos alcanzaron el mundo entonces conocido en un tiempo relativamente corto. La predicción de Joel sobre la lluvia temprana se cumplió en Pentecostés, pero la lluvia tardía será derramada con mayor poder para preparar la cosecha final de la Tierra.

Lee Zacarías 4:6; 10:1; Oseas 6:3; y Santiago 5:7 y 8. Según estos versículos, ¿cómo terminará la obra de Dios en la Tierra?

Los términos lluvia “temprana” y “tardía” están tomados del ciclo de la cosecha en Israel. La lluvia temprana caía en el otoño, para germinar la semilla. La lluvia tardía caía en la primavera, para madurar la cosecha. Esto describe la
obra del Espíritu Santo para la proclamación del evangelio. “Así como la ‘lluvia temprana’ fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la ‘lluvia tardía’
será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha” (ibíd., pp.669, 670).

Reavivados por su Palabra: Hoy, Amos 09.