Saltar al contenido

LAS MUCHAS FACETAS DEL TRABAJO | Lecci贸n 11 Domingo 6 de diciembre

diciembre 6, 2020

LAS MUCHAS FACETAS DEL TRABAJO | Lección 11 Domingo 6 de diciembre

“Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor” (Ecl. 3:12, 13).
“Trabajo” es una palabra española sustancial y sin adornos, pero tiene muchos significados posibles. Por necesidad, trabajamos para llevar comida a nuestras mesas, pagar las cuentas y ahorrar un poco para tiempos difíciles. Perder un trabajo a menudo es peor que soportar una situación laboral deficiente.
El trabajo puede dar a una persona un sentido de dignidad. El trabajo es una forma común de responder a la pregunta “¿Qué haces?”, o incluso “¿Qué eres?” La mayoría de los jubilados siguen trabajando a tiempo parcial mientras pueden, ya sea remunerados o como voluntarios. Un trabajo ofrece una razón para levantarse a la mañana. Si le das trabajo a un adolescente, hay un candidato menos para la delincuencia.

Lee Génesis 3:19. ¿Cuál es el contexto y qué nos dice acerca de la otra cara del trabajo, al menos para algunos?

De repente, el trabajo antes de la Caída cambia después de la Caída. Aquí hay una referencia a la otra cara del trabajo. Para algunos, el trabajo solo significa la ingrata tarea de las obligaciones diarias, que acabará con la muerte. Trabajan en tareas que desprecian, con la esperanza de jubilarse mientras todavía tengan salud. Para otros, el trabajo puede apoderarse de la vida y convertirse en el centro de la existencia, e incluso en la fuente esencial de la identidad personal. Lejos de su trabajo, estas personas se sienten deprimidas o desorientadas, inseguras de qué hacer o a dónde acudir. En la jubilación, pueden desmoronarse física y psicológicamente, y a menudo
mueren prematuramente.

Los cristianos necesitan aprender a trabajar a la manera de Dios. El trabajo es más que una necesidad económica. El hombre es más que un simple empleado. Bien entendido, el trabajo en la vida es una forma de ministerio, una expresión de nuestra relación con el Señor. Parte de la tarea de un maestro es ayudar a los alumnos a encontrar un trabajo en el cual sus habilidades e intereses, dados por Dios, coincidan con las necesidades del mundo.

¿Qué haces? Es decir, ¿qué haces con tu vida y cómo puedes glorificar mejor al Señor?

Reavivados por su palabra: Hoy, Jeremias 41.