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LOS BENEFICIOS DE ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS | Lección 7 Martes 11 de agosto

agosto 16, 2020

LOS BENEFICIOS DE ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS | Lección 7 Martes 11 de agosto

Hay múltiples beneficios en estudiar la Palabra de Dios. El apóstol Pedro nos dice que a través de las promesas de las Escrituras llegamos a ser “participantes de la naturaleza divina” (2 Ped. 1:4). Santiago habla de la “palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (Sant. 1:21). Pablo agrega que “la palabra de su gracia […] tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados” (Hech. 20:32). La Biblia tiene un propósito redentor.

Al ver a Jesús en toda la Escritura, somos cambiados. Al contemplarlo en su Palabra, llegamos a ser como él (2 Cor. 3:18). “Es una ley de la naturaleza intelectual y de la espiritual que llegamos a ser transformados por medio de la contemplación. La mente se adapta gradualmente a los temas en que se ocupa. Se llega a asimilar lo que se acostumbra amar y reverenciar” (CS 611).

Lee 2 Timoteo 3:14 al 17 y Juan 17:14 al 17. ¿Qué beneficios adicionales provienen de estudiar la Palabra de Dios?

Escribiendo a su joven compañero Timoteo, el apóstol Pablo lo insta a ser fiel a las Escrituras y comparte los beneficios de estudiar la Palabra inspirada. Según Pablo, la Biblia es “útil para enseñar”. Revela la verdad y expone el error. Describe el plan de Dios para la raza humana. Reprende nuestros pecados, corrige nuestro pensamiento erróneo y nos instruye en la justicia. Las Escrituras revelan la justicia de Cristo. Nos llevan de la locura de nuestra propia pecaminosidad a la belleza de su justicia.

Cuando vemos el amor desinteresado de Jesús en contraste con nuestro egoísmo, nos quedamos asombrados. A medida que contemplamos en las Escrituras la profundidad de su compasión y su cuidado, nuestra vida cambia. Cuando compartimos su Palabra con otros, ellos también son radicalmente transformados. Al contemplar a Jesús en su Palabra, nos volvemos más como él es. Testificar no se trata de compartir lo que pensamos o incluso lo que creemos, se trata de compartir las verdades eternas que se encuentran en la Palabra de Dios. Cuando la Palabra de Dios ha bendecido increíblemente nuestra vida, tenemos la credibilidad de decirles a los demás cómo puede bendecir su vida también.

Piensa en un momento de dificultad que enfrentaste personalmente y cómo la Palabra de Dios demostró ser una fortaleza para ti. ¿Qué aprendiste de esa experiencia?

Reavivados por su palabra: Hoy, Eclesiastés 10.