NI UNA PIEDRA SOBRE OTRA | Lección 10 Lunes 2 de septiembre
Lee Marcos 13:1 al 13. ¿Qué dijeron los discípulos en respuesta a la declaración de Jesús acerca del Templo y cuál es la relevancia de su contestación?
Como hemos notado, el complejo del Templo era una estructura asombrosamente bella. El historiador judío Flavio Josefo destaca que el Pórtico Real, del lado sur del complejo, tenía 162 pilares de un diámetro tal que hacían falta tres hombres con los brazos extendidos y tomándose de las manos para abarcar uno de ellos (Antigüedades, 15.11.5). Jesús dice que todo será destruido. Una profecía tal, concerniente a esta asombrosa estructura, habrá sin duda sonado al oyente
como el fin del mundo.
“Al ser atraída la atención de Cristo a la magnificencia del Templo, ¡cuáles debieron de haber sido los pensamientos que guardó para sí el Rechazado! El espectáculo que se le ofrecía era bello en verdad, pero dijo con tristeza: ‘Lo veo todo. Los edificios son de veras admirables. Ustedes me muestran esas murallas como aparentemente indestructibles; pero escuchen mis palabras: Llegará el día en que no será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea destruida’ ” (DTG 581).
Los discípulos quieren saber entonces cuándo se cumplirá la predicción que Jesús ha hecho. Por lo tanto, en Marcos 13:4, un pequeño grupo integrado por Pedro, Santiago, Juan y Andrés le pregunta acerca del momento exacto. Quieren saber cuándo sucederán todas estas cosas y cuál será la señal que indique que
están a punto de ocurrir.
Lo que resulta llamativo en Marcos 13:5 al 13 es que Jesús dedica la mayor parte del tiempo, no a describir la caída de Jerusalén, sino a advertir a sus discípulos acerca de lo que pueden esperar mientras cumplen su ministerio de establecer la iglesia cristiana temprana. No habría de ser sencillo. En verdad, serán perseguidos, encarcelados y, algunos de ellos, ejecutados.
Pero, a lo largo de todo ello, Jesús indica que aún no sería el tiempo. No deben dejarse engañar por los eventos tumultuosos. Además, el Espíritu Santo les dará las palabras para hablar en el momento oportuno, aun cuando la familia y los amigos los abandonen.
Lo que podemos aprender de estas palabras introductorias en la profecía de Jesús es que el pueblo de Dios no debe temer el tumulto y la prueba. Debe ser vigilante, pues el Espíritu de Dios lo conducirá a través de la tribulación.
¿Cuál ha sido tu propia experiencia con las pruebas que sobrevienen como consecuencia de seguir a Jesús? Si no has tenido ninguna, podrías tal vez necesitar preguntarte si estás en verdad siguiéndolo?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Marcos 6.