PARA ESTUDIAR Y MEDITAR | Lección 8 Viernes 22 de febrero
Lee “Las asechanzas del enemigo”, en El conflicto de los siglos, pp. 509-520.
El propósito de Apocalipsis 12 es, en primer lugar, explicarle al pueblo de Dios que los sucesos del tiempo del fin son parte del gran conflicto entre Cristo y Satanás y sus fuerzas demoníacas. El libro advierte al pueblo de Dios sobre lo que enfrenta hoy y lo que está a punto de enfrentar de una manera aún más grave en el futuro: a un enemigo experimentado y furioso. Pablo señala que la actividad de los últimos tiempos “de Satanás, [será] con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tes. 2:9, 10).
El Apocalipsis nos insta a tomarnos muy en serio el futuro y hacer de nuestra dependencia de Dios nuestra prioridad. Por otro lado, nos asegura que, aunque Satanás es un enemigo fuerte y experimentado, no es tan fuerte como para vencer a Cristo (ver Apoc. 12:8). Para el pueblo de Dios, la esperanza solo puede encontrarse en aquel que en el pasado derrotó victoriosamente a Satanás y sus fuerzas demoníacas. Él ha prometido estar con sus fieles seguidores “todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:20).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Como Adventistas del Séptimo Día, consideramos que cumplimos con las características del remanente del tiempo del fin. ¡Qué privilegio! Y, también, qué responsabilidad. (Ver Luc. 12:48.) Sin embargo, ¿por qué debemos tener cuidado de no pensar que esta función nos garantiza la
salvación personal?
2. “Hablamos demasiado del poder de Satanás. Es verdad que Satanás es un ser poderoso; pero agradezco a Dios por nuestro poderoso Salvador, que echó al maligno del cielo. Hablamos de nuestro adversario, lo mencionamos en nuestras oraciones, pensamos en él; y se muestra cada vez más grande en nuestra imaginación. Ahora bien, ¿por qué no hablar de Jesús? ¿Por qué no
pensar en su poder y su amor? A Satanás le complace que magnifiquemos su poder. Exalta a Jesús, medita en él, y al contemplarlo serás transformado a su imagen” (ARSH, 19 de marzo de 1889). ¿De qué manera los cristianos magnifican el poder de Satanás? Por otro lado, ¿qué peligros surgen al negar no solo la realidad del poder de Satanás sino también la realidad de
su existencia misma?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Numeros 16 – Durante esta semana, HAp cap. 11,12.