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¿PUEDES BEBER MI COPA? | Lección 8 Miércoles 21 de agosto

agosto 21, 2024

¿PUEDES BEBER MI COPA? | Lección 8 Miércoles 21 de agosto

Lee Marcos 10:32 al 45. ¿Cómo revelan estos versículos la ignorancia persistente de los discípulos, no solo acerca de la misión de Jesús, sino también sobre lo que significa seguirlo?

Jesús se acerca cada vez más a Jerusalén durante sus viajes y, a medida que avanza, pone delante de sus discípulos lo que sucederá allí. No se trata del escenario que ellos tienen en mente o el que desean escuchar. La precisión de Jesús en cuanto al esquema de su muerte y su resurrección es impactante. Pero, cuando se trata de algo que uno no quiere oír, resulta demasiado fácil ignorarlo.
Esto es aparentemente lo que Jacobo y Juan hacen cuando se acercan a Jesús con un pedido privado. Jesús les pide que sean más concretos, y ellos le responden que quieren sentarse a su derecha y a su izquierda en su gloria. Es fácil criticar su pedido como una búsqueda egocéntrica de posiciones. Pero estos dos hombres se han dedicado al ministerio de Jesús, y sus deseos probablemente no eran de naturaleza completamente egoísta.
Jesús procura ayudarlos a profundizar su comprensión de lo que implica lo que están solicitando. Les pregunta si pueden beber su copa o ser bautizados con su bautismo. Su copa será la del sufrimiento en Getsemaní y en la cruz (compara con Marcos 14:36), mientras que su bautismo será su muerte y sepultura (Mar.15:33-47), eventos estos que están en paralelo con su bautismo en Marcos 1. Pero Santiago y Juan no captan el sentido de las palabras de Jesús y responden, con superficialidad, que en efecto pueden. Jesús profetiza entonces que en verdad beberán su copa y serán bautizados con su bautismo. Santiago fue el primero de los apóstoles en morir como mártir (Hech. 12:2). Juan fue el más longevo de los apóstoles y fue enviado al exilio en la isla de Patmos (Apoc.1:9). Pero Jesús indica que los lugares ocupados en ocasión de la glorificación son establecidos por Dios.
¿Cómo respondieron los otros discípulos a la réplica de Jesús? No demasiado bien. La misma palabra griega, aganakteō, “enojarse, indignarse” –usada en Marcos 10:41 para los discípulos– designa, en Marcos 10:14, el enojo de Jesús ante el intento de mantener a los niños apartados de él. Jesús reúne entonces a todo el grupo para compartir una de sus más profundas enseñanzas. Les señala que los gobernantes paganos usan el poder para obtener ventajas personales. Pero, en el Reino de Dios, el poder debe siempre ser usado para elevar y bendecir a otros. Jesús está a la cabeza como Rey del Reino de Dios. ¿De qué manera? Al entregar su propia vida en rescate, no precisamente lo que sus seguidores esperaban escuchar.

¿Qué significa como cristiano ser un “siervo” o “servidor” de otros? ¿Cómo manifiestas este principio en tu interacción diaria con otras personas?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Mateo 22.