UNA CLASE DIFERENTE DE MESÍAS | Lección 5 Jueves 1° de agosto
Lee Marcos 6:30 al 52. ¿Qué problema enfrentaron Jesús y los discípulos, y cómo fue resuelto?
Tras volver de su misión, los discípulos van con Jesús a una zona tranquila de la costa oriental del mar de Galilea para descansar, pero una gran multitud de cinco mil hombres llega al lugar antes que ellos. Jesús ve que son como ovejas sin pastor. Los instruye durante todo el día. Al atardecer, los discípulos recomiendan despedir a la multitud para que vayan a buscar comida, pero Jesús les dice que alimenten al gentío. El diálogo subsiguiente (Mar. 6:35-38) ilustra el hecho de que los discípulos están pensando en términos humanos acerca de cómo resolver el problema. Pero Jesús lo soluciona alimentando milagrosamente a la gran multitud con apenas cinco
panes y dos peces.
Las características de esta historia encajan en el concepto popular del Mesías en la época de Jesús. La expectativa era que el Mesías liberaría a Israel de sus enemigos y traería justicia y paz. La presencia de un gran número de hombres en un ambiente desértico podría tener ciertos visos de revuelta militar (compara con Juan 6:14, 15; Hech. 21:38).
Esta noción se ve reforzada por la referencia a que Jesús vio a esas personas como “ovejas sin pastor”, una cita parcial de Números 27:17, donde Moisés pide a Dios que designe un líder como sucesor suyo para Israel. Esta fraseología acerca de un pastor para el pueblo de Dios aparece por doquier en el Antiguo Testamento, típicamente en referencia a la falta de un líder o rey para Israel (compara con 1 Rey. 22:17; 2 Crón. 18:16; Eze. 34:5, 6).
No obstante, Jesús no satisfizo sus falsas expectativas, sino que envió a sus discípulos aparte y despidió a la multitud. En lugar de liderar una rebelión contra Roma, ¿qué hizo entonces Jesús? Se retiró a una montaña para orar, no precisamente lo que la multitud esperaba.
En lugar de la opinión popular acerca del Mesías como un rey que libera a Israel, él viene a liberar a las personas de la esclavitud del pecado. Él es, en verdad, el Señor de la naturaleza. Pero no vino a gobernar, sino a dar su vida en rescate por muchos (Mar. 10:45).
¿Qué debería decirnos esta historia acerca de por qué es importante una comprensión correcta de la profecía? Si una comprensión errónea de la primera venida de Cristo condujo a varios al desastre, ¿cuánto peor podría ser el caso de muchos hoy si tuvieran una comprensión equivocada de la segunda venida?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Mateo 2.