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YO SOY LA VERDAD | Miércoles 4 de diciembre Lección 10

diciembre 6, 2024

YO SOY LA VERDAD | Miércoles 4 de diciembre Lección 10

Lee Juan 1:14, 17; 8:32; 14:6; y 15:26. ¿Cómo vincula Juan el concepto de verdad directamente con Jesús?

El Evangelio de Juan relaciona repetidamente la verdad con Jesús, con su Padre y con el Espíritu Santo. La verdad está relacionada con Jesús, quien es la Palabra (logos), y con la luz en contraste con las tinieblas (Juan 1:1-14; 3:19-21). Asimismo, la mentira está relacionada con el diablo y el pecado (Juan 8:44-46). Por consiguiente, la verdad no es, en el Evangelio de Juan, simplemente una cuestión de hechos y cifras; más que eso, la idea de verdad contiene un aspecto moral de fidelidad a Dios y a su voluntad.
“Hay muchas personas que están clamando por el Dios viviente, y anhelan la presencia divina. Las teorías filosóficas o los ensayos literarios, por brillantes que sean, no pueden satisfacer el corazón. Los asertos y las invenciones de los hombres no tienen ningún valor. Que la Palabra de Dios hable a la gente. Que los que han escuchado solo tradiciones, teorías y máximas humanas oigan la voz del Ser cuya palabra puede renovar el alma para vida eterna” (Elena G. de
White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 22). Piensa en lo que significa que Jesús sea la Verdad. Jesús es el logos, la Palabra que estaba con Dios desde el principio, el Creador de todo lo que existe (Juan 1:1-4). Uno con el Padre desde la eternidad y por la eternidad, Jesús tiene las características del Padre y, por lo tanto, también es el “YO SOY”. Su Ser no está sujeto a nada ni a nadie. Nada de lo que existe, incluyendo el conocimiento, existe aparte de él. Todo lo que existe y fue creado lo fue solo por obra de Jesús y existe también solo por su poder sustentador. “Por él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él. Porque Cristo existía antes de todas las cosas, y todas las
cosas subsisten en él” (Col. 1:16, 17). Jesús no es simplemente la encarnación de la verdad: él es la Verdad. La verdad no es un concepto o una construcción
teórica, es una Persona.
La verdad, Jesucristo, puede compararse con el Sol, que ilumina el mundo (Juan 8:12). En tal sentido, C. S. Lewis dijo acerca del cristianismo: “Creo en el
cristianismo como creo que ha salido el Sol, no solo porque lo veo, sino porque por él veo todo lo demás” (“Is theology poetry? [¿Es la teología poesía?]” [Samizdat
University Press, 2014], p. 15; presentado originalmente en 1944). Es por medio de Jesús, la Verdad, como somos capaces de interpretar correctamente el mundo que nos rodea.

Reavivados por su Palabra: Hoy, Romanos 10.