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NO AÑADIRÉIS NI DISMINUIRÉIS | Domingo 31 de octubre Lección 6

noviembre 1, 2021

NO AÑADIRÉIS NI DISMINUIRÉIS | Domingo 31 de octubre Lección 6

Lee Deuteronomio 4:1 y 2. ¿Cuál fue la advertencia específica que el Señor les dio con respecto a sus “estatutos y decretos”, y por qué les advierte de
inmediato acerca de esto? (Ver además Deut. 12:32.)

El Señor les dice que obedezcan los “estatutos y decretos” y que no les añadan ni les quiten nada. ¿Por qué mencionar eso? Después de todo, ¿por
qué alguien querría cambiar la Ley de Dios? Sabemos la respuesta, por supuesto. “Satanás ha sido perseverante e incansable en sus esfuerzos por proseguir la obra que comenzó en el cielo, para cambiar la Ley de Dios. Ha tenido éxito en hacer creer al mundo la teoría que presentó en el cielo antes de su caída, según la cual la Ley de Dios sería defectuosa y necesitaría una revisión. Una gran parte de la profesa iglesia cristiana muestra por su actitud, aunque no por sus palabras, que ha aceptado el mismo error” (MS 2:133, 134). Cuando pensamos en la historia del antiguo Israel, vemos que de diversas maneras se metieron en problemas porque no solo ignoraban ciertos preceptos de la Ley, que a efectos prácticos era como quitarle palabras a la Ley, sino además le añadían, en el sentido de introducir prácticas que no estaban especificadas en la Ley y que, de hecho, llevaron finalmente a transgredirla.

Lee Mateo 15:1 al 9. Aunque en otro contexto, ¿qué ejemplo vemos aquí de este principio del que Moisés les advirtió a los hijos de Israel?

Cuando los hebreos finalmente llegaron a la Tierra Prometida, con frecuencia ignoraron las advertencias directas sobre la idolatría. Como resultado, siguieron muchas prácticas paganas, a veces incluso como parte de su supuesta adoración a Jehová. En la época de Jesús –no obstante–, se llegaron a elaborar todo tipo de tradiciones humanas que, como dijo el mismo Jesús, “invalida[ban] el mandamiento de Dios”.
Ya sea agregando o quitando, cambiaron la Ley, y la nación sufrió las consecuencias.

¿De qué maneras podemos tener cuidado de no añadirle ni quitarle nada a lo que Dios nos dice que hagamos?

Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Tesalonicenses 4.